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Hortencia, Jazmín, Margarita, Violeta y hasta Rosa, cada una de ellas son su vida. Todos los días Luis Martínez las saluda, las mira con cariño, las huele, las hidrata. Pero ellas no son sus hijas ni sus hermanas, y mucho menos sus novias, son las flores que bien podrían hacer suya la frase “detrás de este gran hombre, hay una gran flor”.

El diseño de arreglos florales es su profesión y vaya que le va bien. Hace unos días tuvo a su cargo toda la decoración floral de la famosa Fiesta del Gobernador (Governor’s Ball), la que reunió a cientos de artistas después de la edición número 83 de los premios Oscar, organizada por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood. Sus diseños también se vieron en entradas importantes como la del Teatro Kodak, donde cada año se lleva a cabo la ceremonia, y en las salas de prensa. Pero éste es sólo uno de los muchos eventos importantes que Luis tiene a su cargo.

Luis es Director de Diseño de la florería Mark’s Garden, una florería ubicada en Sherman Oaks y que, en los últimos 18 años, ha tenido exclusividad con la Academia.

“Puedo decir que los diseños que decoraron los Oscar son míos, puedo decirlo con toda certeza y orgullo”, comenta este mexicano agregando que no ha sido nada fácil llegar a donde está.

Luis nació en Oaxaca, en el seno de una familia que, según recuerda, no era muy pobre y tenía para comer.

“Pero quiese venir [a los Estados Unidos] buscando mi independencia, tratando de salir adelante por mi mismo. Me vine como a los 18 años. Lamentablemente, la escuela la dejé porque, como muchos jóvenes, yo pensaba que la vida era muy fácil. Me puse a trabajar creyendo que no habría problemas, claro, después te arrepientes”, comenta Luis Martínez.

Cruzó la frontera y llegó al Sur Centro de Los Ángeles a vivir con su hermano, quien en esa época vendía flores. Fue por él que el primer trabajo de Luis fue en una florería cerca de su casa donde comenzó barriendo el piso, cortando flores y acomodándolas en en vasijas llenas de agua.

“Los primeros años fueron muy difíciles al no tener solvencia económica, al ver que tenía que pagar una renta. Aparte estaba el tema de los papeles porque llegué ilegalmente y también el idioma, yo no hablaba inglés”, recuerda. “Son muchas trababas que te encuentras, pero yo tenía ganas de trabajar y no queria ser un empleado regular, queria salir adelante”.

Mientras Luis hacía el trabajo pesado, no perdía oportunidad de observar y poco a poco fue aprendiendo y comenzó a diseñar uno que otro arreglo al puro estilo mexicano. Paralelamente, tomaba unas pobrísimas clases de inglés en una escuela pública.

Luis agarró experiencia y gusto por la florería y fue contratado en un negocio de flores en Beverly Hills. Poco tiempo después llegó a Sherman Oaks, donde lleva ya 8 años trabajando y donde también debió escalar para llegar a donde está.

Cuando Luis llegó a Mark’s Garden tenía un año de casado y ya tenía una hija.

“Yo quería un lugar mejor donde pudiera sobresalir y así poder sostener a mi familia”, dice. “Al principio fue difícil porque yo tenía jornadas muy largas pues para salir del Sur Centro debía tomar el bus primero, luego el metro y luego otro bus hasta Sherman Oaks. Era terrible. Tenía que levantarme a las 5 de la mañana y me tomaba dos horas de ida y dos de vuelta”, recuerda ya más aliviado pues ahora vive en Van Nuys.

Su inglés seguía pobre, especialmente porque le costaba entender los modismos y la rapidez con la que le hablaban.

“Con el poco inglés que yo tenía ensayaba en las noches, como un diálogo, y hacía como que hablaba con el dueño y le decía ‘Yo quiero salir adelante aquí, quiero que me de la oportunidad de hacer otras cosas, más responsabilidades y no lo dejaré mal’. Y ¿qué crees? se me dio. Me dieron la oportunidad y no la desaproveché”, señala Luis a HOY rodeado de sus propios diseños florales en el patio principal de la florería y señalando a su esposa Yeniffer como su gran motivación.

A la fecha Luis no sólo se encarga de diseñar los arreglos que adornan las famosas fiestas del Gobernador (Governor’s Ball), en la que este año se utilizaron unas 13 mil flores para armar, entre otras cosas, 134 centros de mesa. También lo ha hecho con ceremonias como los Globos de Oro, los premios Emmy y matrimonios de artistas famosos como Jennifer López (dos de ellos), Fergie, Jessica Simpson, Adam Sandler, Pink, Ellen y Portia, entre otros.

Cuando vivía en el Sur Centro, Luis escuchaba a gente comentar que es casi imposible salir de esa zona de la ciudad por la falta de oportunidades que ésta ofrece. Hoy, con 33 años de edad y una extraordinaria carrera, él no está muy de acuerdo.

“La oportunidades se las busca uno mismo, uno mismo se pone sus barreras y uno mismo se pone sus metas”, asegura. “Hay quienes se ponen obstáculos por el problema del idioma, no quieren ir mas allá porque les da pena comunicarse con alguien por pensar que se burlarán de ellos, pero sólo es cuestión de superar y avanzar”.