CHICAGO – Dispuesto a responder a cada pregunta, Donald Trump, magnate de los bienes raíces, se reunió este lunes con la junta editorial del Chicago Tribune para explicar sus declaraciones sobre México, su intención de obtener la nominación republicana a la Presidencia de EEUU y la situación de la violencia en Chicago, entre otros temas.
Sobre México, Trump insistió en que la Administración Obama debe hacer un mejor trabajo para evitar que más “violadores, delincuentes y narcotraficantes” sigan llegando al país a través de “una frontera tan porosa como la nuestra”.
Y a la pregunta de si está de acuerdo con una reforma migratoria o no, se limitó a contestar “algunas cosas buenas podrían pasar (en relación a) la inmigración, (pero) no se debe dejar entrar al país a la gente con malos antecedentes. A la gente que ocasiona grandes problemas debemos sacarlos”.
Se pronunció a favor de las deportaciones, pero “sólo de aquellos que hacen daño al país” y sugirió que “algo se podrá hacer” para regularizar el estatus de los 11 millones, aunque considera que “quizá son 30 millones”, de indocumentados que viven actualmente en Estados Unidos.
“Si ya están aquí y son buenas personas, trabajadores, podemos trabajar en un sistema”, indicó, aunque no especificó qué tipo de beneficio se les otorgaría bajo dicho sistema.
En cuanto al narcotráfico en la frontera México-EEUU, Trump se limitó a decir que el gobierno “debe ser más enérgico contra los traficantes”, pero no ofreció puntos específicos para combatir el problema.
Dijo que no tenía una opinión sobre el gobierno del presidente mexicano Enrique Peña, aunque agregó que “es mejor negociador que el presidente (Barack) Obama”.
Misma solución ofreció para resolver el problema de la violencia en Chicago, situación que, desde su punto de vista, “está totalmente fuera de control” y es lamentable que “tantos jóvenes mueran a diario” en la ciudad por ese flagelo.
Trump, quien asegura apoyar el libre comercio, insistió también en que los tratados comerciales que ha firmado EEUU con otros gobiernos son perjudiciales para su país y que es importante renegociar dichos acuerdos para hacer nuevamente de EEUU la potencia económica que solía ser.
Sobre el terrorismo, el magnate dijo que para combatir a grupos como el Estado Islámico es necesario quitarle la fuente de financiamiento. “El Estado Islámico es multimillonario y para combatirlo hay que quitarle el petróleo”, que es de donde obtienen su financiamiento.
Luego de la reunión con la junta editorial, Trump dio una conferencia ante el City Club of Chicago en un restaurante del centro de Chicago. A su llegada, decenas de activistas proinmigrantes lo esperaban frente a la puerta principal con pancartas para protestar por sus declaraciones contra la comunidad mexicana durante el discurso en el que anunció su precandidatura a la Casa Blanca.
Los activistas mostraron pancartas con citas como: “Sí, somos mexicanos, no somos criminales”, “Los emigrantes contribuyen a la economía” y “Nación de inmigrantes” acompañadas de cánticos de “odio no”.
Juventino Montiel, un joven mexicano que acudió a la protesta con una pancarta con una señal de alto dibujada y las palabras “Alto al odio”, comentó que “Trump sabe que tiene todo el repudio de los mexicanos porque se expresó con racismo y con odio”.
Kimberly Yánez, una joven latina que portó una bandera de EEUU, consideró que Trump no puede tratar así a la comunidad y exigía una disculpa.
“Merecemos una disculpa y tenemos que ponerle un alto a lo que hace, me siento muy ofendida”, explicó Yáñez.
Además, Yáñez añadió que, a pesar de que sus comentarios dan al precandidato mucha publicidad, considera que “no le va a ayudar para alcanzar la Presidencia porque somos muchos y la gente, aunque no sean latinos, saben que lo que dijo está mal”.
Guillermo Gómez acudió a la protesta con una piñata con una caricatura del magnate y mencionó que los latinos que en EEUU vinieron para “perseguir el sueño americano”.
“Somos 55 millones de latinos en este país y esas palabras no se pueden tolerar en estos tiempos”, dijo Gómez.
Por otro lado, Trump calificó de “débil” a la cadena NBC por romper el contrato que les unía tras las polémicas declaraciones sobre los inmigrantes mexicanos, que el magnate inmobiliario reiteró durante una conferencia al concluir su presentación ante City Club of Chicago.
Trump afirmó que sus polémicos comentarios sobre los mexicanos y los inmigrantes eran “cien por ciento correctos” y no pensaba disculparse.
“Basta leer los periódicos para ver a qué me refiero”, señaló sobre sus afirmaciones de que los inmigrantes mexicanos eran “violadores y traficantes de drogas”.
“Tengo muchos amigos en México y grandes relaciones con México, pero no creo que deba disculparme”, señaló.
Estas críticas llevaron el lunes a NBC a romper sus relaciones contractuales con el magnate, decisión, que, en opinión de Trump, demuestran que la cadena es “débil”.
Trump amenazó con demandar a la “tonta” NBC por anunciar que dejará de emitir los certámenes de Miss America y Miss Universo, además de cancelar su participación en el reality show “The Apprentice”, que organiza Trump, debido a sus “afirmaciones despectivas hacia los emigrantes”.
Artemio Arreola, presidente de los Clubes Michoacanos de Illinois, señaló que la protesta era “una respuesta a las mentiras puestas sobre la mesa por alguien sin ideas que intenta introducir el odio en el debate político”.
