CHICAGO – Una bolsa de tortillitas doradas se ha vuelto un tanto aburrida para aquellos que dicen, han descubierto los “dorilocos”, la misma bolsa de totopos, pero con pepino, jícama, cueritos, cacahuate japonés y chamoy. Es decir, varias botanas en una.
Sin embargo, especialistas en el campo de la salud advierten que reemplazar una comida por una botana como los “dorilocos” no es bueno para la salud.
“Saben rico”, comenta Nelly Catalán, quien a sus 11 años es cliente del restaurante-nevería La Michoacana, en el vecindario de Belmont Cragin.
Los “dorilocos”, “con el chile, saben rico y me gustan mucho”, agrega la niña mientras los saborea.
La combinación de botanas llegó a las calles de Chicago provenientes de México y se venden en puestos ambulantes o sitios especializados en botanas mexicanas.
Jeffrey M. Pilcher, autor del libro “Planeta Taco: Historia Global de la Comida Mexicana”, explicó a The Washington Post que los dorilocos ‘son un clásico ejemplo de innovación que, de manera rara, se mantienen auténticos a la cocina mexicana”.
Y es por eso que chicos y grandes, por aproximadamente $6, consumen esa fusión de diferentes comidas en una bolsa de frituras que comercialmente se conocen como Doritos, y que en su preparación se utilizan 27 ingredientes para luego ser embolsados.
“Me gustan mucho los Doritos, por eso me gusta el “doriloco” y también la jícama que trae adentro”, agregó Nelly.
En medio de órdenes de mangoneadas, chicharrones y helados, Christian Vázquez, gerente de La Michoacana, 4610 W Diversey Ave., cuenta que los “dorilocos” se han vuelto muy populares.
“En la tarde es cuando más se venden,” dice Vázquez. “Como para comida por ejemplo, la gente que trabaja por aquí cerca es lo que vienen a comer”.
Aunque la pequeña Nelly nos dice que sólo los come de vez en cuando, el gerente del restaurante nos cuenta que hay clientes regulares. Indicó que vende aproximadamente 80 dorilocos a la semana y asegura que muchos de sus clientes reemplazan su almuerzo o su cena por una de estas botanas, “por que cuando uno los come queda satisfecho por que trae bastantes ingredientes”, explica Vázquez.
Pero la doctora Jacqueline Olivo, de Olivo Medical Wellness Center, 2901 N. Clybourn Ave., dice que reemplazar una comida por una botana no es bueno para la salud, y atribuye a alimentos como este la epidemia de diabetes y sobrepeso entre la comunidad latina.
“Los doritos son básicamente hechos de harina, con mucho sodio y con muchos otros ingredientes que afectan la salud. Especialmente a los niños diabéticos y a la gente mayor, por eso no es una buena elección”, explica Olivo. “Mi recomendación es que ninguna comida puede sustituir a la comida natural y preparada en casa”.
La doctora no niega que es difícil evitar por completo el consumo de comidas que se han convertido en parte de una cultura, por lo que recomienda comer este tipo de botanas sólo una o dos veces al mes.
Mientras tanto, en vez de pedir un coctel de fruta, mucha gente prefiere probar los “dorilocos”. Cabe mencionar que el restaurante Red Door en el vecindario de Bucktown, ya agregó los “dorilocos”, o la versión muy similar conocida como “dorielotes”, a su menú y se han convertido en una de sus comidas más vendidas, menciona el sitio
El restaurante presentará la botana en el Roscoe Village Burger Fest, que se realizará el 11 y 12 de julio.