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CHICAGO– Hoy, el artista Robert Valadez estrenará el prototipo de su nuevo mural, “Live Learn Thrive”, para conmemorar el 25 aniversario de la fundación de “The Resurrection Project”, una organización comunitaria que atiende a los vecindarios de Little Village, Pilsen, Back of the Yards, y Melrose Park con proyectos comunitarios como campañas de registro de votantes, apoyo para inmigrantes, alojamiento y ayuda para universitarios.

El muralista, hijo del barrio de Pilsen, contó que cada mural que pinta se concibe como “una conversación con la comunidad”, que empieza con su creación.

“Muchas veces la comunidad participa directamente”, dijo el artista, algunos incluso pintan en la obra, “otros son retratados en los murales, que se realizan con temas importantes para la comunidad”, añadió Valadez. “Desde sus raíces, con artistas mexicanos como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, el muralismo ha ayudado a que la gente sienta que son dueños de su propia comunidad”.

La obra nueva, “será un símbolo de la educación, que también refleja la diversa y vibrante comunidad de Pilsen”, contó Diana Pando, coordinadora de asuntos comunitarios para la organización. Se espera que sea terminado en 2016, y se ubicará en “La Casa” un centro de recursos y alojamiento estudiantil de Resurrection Project, en 18th St. y Paulina St.

El mural, que ahora está pintado en escala miniatura en tres lienzos, medirá unos 9 pies de altura y alrededor de 170 pies de largo una vez que sea plasmado en el muro. “El trasfondo es una calle típica de Pilsen”, mencionó Valadez. “La Virgen de Guadalupe es la figura central y detrás de ella se puede ver a Coatlicue, una deidad azteca que representa la tierra”. Incrustadas en el cielo colocó las palabras que representan la misión de la organización “Live, Learn, Thrive” o “Vive, Aprende, Prospera”.

“Todos son símbolos culturales de esta comunidad”, dijo el pintor mexicoamericano de tercera generación, quien conoció el muralismo cuando el artista Jaime Longoria vino a hacer un mural en su secundaria, Benito Juárez High School en Pilsen, y le dejó participar.

Y a lo largo de 35 años a partir de ese momento, el artista ha plasmado su huella por todo Chicago. Tiene varios murales en la secundaria Juárez y pintó el frente del centro comunitario Casa Aztlan. Otro de sus murales, en 25th St. y Kedzie Ave. fue borrado cuando un supermercado compró el edificio, lo cual menciona sin tristeza como “el riesgo de hacer arte público”.

Pero la práctica del arte público ha cambiado mucho desde que Valadez empezó su carrera.

“Las obras que ahora se están creando en la calle quizás no se consideran ser murales ni mucho menos murales comunitarios”, dijo Cesáreo Moreno, director de artes visuales en el Museo Nacional de Arte Mexicano.

Según Moreno y Valadez, el arte público ha cambiado su mensaje y enfoque. Enfatiza estilos urbanos como el grafiti, en vez de los murales con temas e imágenes comunitarios– y no sólo en Pilsen, “es algo que está pasando en todo el país”, mencionó Moreno, “el arte callejero es un fenómeno mundial”.

Mientras una iniciativa del concejal Daniel Solís (D-25) en 2012 y 2013 comisionó una explosión de arte publicó nuevo en el barrio, según Valadez y Moreno lo que ésto produjo no se identifica mucho con el muralismo.

“Con el arte callejero, especialmente el grafiti, la forma y técnicas que emplean, obviamente son bellos. Tienen un talento”, dijo Moreno. “Pero al mismo tiempo es una expresión individual (de los artistas), que ponen su marca en la ciudad, no es una expresión o un mensaje comunitario. Muchas veces no tiene nada que ver con cultura o identidad étnica”.

Tal como su arte público, la población de Pilsen también está cambiando. Según los censos de 2000 y 2010, en Lower West Side, el área de registro comunitario que incluye a Pilsen, la población hispana disminuyó de 39,144 a 29,486 personas mientras las poblaciones afroamericanas y caucásicas aumentaron. Para Valadez este cambio significa que la cultura mexicana del barrio necesita más que nunca mayor representación en el arte.

“Todos somos productos de nuestra historia. Las tradiciones culturales nos juntan y creo que es importante para la comunidad hacer conexiones entre el día de hoy y nuestra historia”, explicó Valadez.

El muralista contó que junto al Resurrection Project planea liderar un comité para restaurar algunos de los viejos murales tradicionales en el barrio, entre ellos “un par de murales en el viaducto de la 16th St. que se pintaron en los ’70’s y ’80’s, y otro en la 16th St. y Blue Island Ave.”

Valdez indicó que para mantener la participación comunitaria en su nueva obra, contará con tres o cuatro asistentes a quienes les enseñará las técnicas, tal como él aprendió en la secundaria. Así la ‘conversación’ del mural continuará.

“La identidad comunitaria es algo complejo, no estático, pero en fin se necesita la voz de la comunidad tanto como los nuevos artistas”, consideró Moreno. “No solamente para Pilsen, sino para Avondale, Logan Square, Lincoln Park. Las poblaciones que tienen generaciones viviendo en la comunidad tienen derecho a seguir expresándose a través de sus artistas comunitarios”.