Skip to content
Chicago Tribune
PUBLISHED: | UPDATED:

CHICAGO- El plan para secuestrar a un supuesto narcotraficante no pudo comenzar y terminar peor.

En primer lugar, el hombre secuestrado y que fue cautivo en un taller de hojalatería en el noroeste de la ciudad, era la víctima equivocada. En segundo lugar, el FBI había escuchado conversaciones a través del teléfono celular del supuesto cabecilla de la banda secuestradora como parte de otra investigación teniendo acceso inmediato al plan de secuestro.

“Tenemos un problema”, dijo supuestamente Armando Delgado en una llamada telefónica a uno de sus secuaces mientras los agentes escuchaban la llamada. “Ellos ya tienen al tipo, pero es el tipo equivocado porque es su hermano al que estamos tratando de conseguir.”

El jueves, los fiscales federales anunciaron cargos por secuestro contra cinco supuestos miembros de la pandilla Satan disciples, acusados de planear el fallido secuestro el pasado mes de mayo. Antonio Salgado, de 34 años, Armando Delgado, de 36, Octavio Alejandre Jr., de 33, Jaime Gutiérrez, de 22 y Munaf Abdulrazak Musa, de 22 años, todos residentes de Chicago, están detenidos sin derecho a fianza a la espera de sus audiencias en la corte. De ser declarados culpables, todos podrían recibir cadena perpetua.

Según reportes, los agentes federales escucharon las llamadas de Salgado a causa de una investigación relacionada con narcóticos, de acuerdo a una denuncia criminal entregada el miércoles.

“Ellos tuvieron suerte en este caso” (el FBI), dijo el abogado José López, quien representa a Delgado. “Les cayó en sus manos”, afirmó.

El pasado 30 de mayo, la víctima fue secuestrada durante la tarde a punta de revolver fuera de su casa ubicada en el suburbio de Berwyn y fue forzada dentro de un vehículo utilitario, de acuerdo a los cargos. Fue trasladado a un taller de hojalatería ubicado en Elston Ave. en el barrio de Avondale, le vendaron los ojos y lo mantuvieron cautivo mientras los secuestradores intentaban cobrar por su rescate. Según la denuncia, los secuestradores amenazaron a la víctima con una pistola y le colocaron un cuchillo en sus dedos amenazando con cortárselos.

La mañana siguiente, el tío de la víctima recibió llamadas telefónicas de un hombre que se identificó como “los feos”, según la denuncia. El hombre, hablando en español, exigió 25 “playeras”, o camisas- código para kilogramos de narcóticos.

Luego de darse cuenta durante la noche que tenían a la persona equivocada, Salgado fue grabado hablando con Delgado sobre el plan que debían seguir, según la denuncia.

“Denle una paliza y déjenlo ir”, dijo Salgado. “Hazlo lucir como que es un trabajo desde México, creerán que es serio. Pónganlo en un auto robado y si hace problemas quemen el automóvil.”

A la mañana siguiente, la víctima llegó hasta una estación de autobuses en Chicago aparentemente ileso. Según la Policía, el hombre recientemente habría sido liberado tras su secuestro durante la noche.