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CHICAGO — Se tortea en forma circular y luego esa masa de maíz o harina se cocina. Es la tortilla, un alimento “que nos da identidad y cohesión social, porque nos reconocemos como mexicanos al momento de consumirla”, considera Patricia López, profesora de gastronomía en la Universidad del Claustro de Sor Juana, en Ciudad de México.

La costumbre de comer tortilla nació desde Mesoamérica, asegura la profesora. “No sabemos bien el lugar ni la fecha exacta de su producción ni de su consumo, sin embargo, gracias a los textos de cronistas como Fray Bernandino de Sahagún, sabemos que se aderezaban ya con chile”, agregó López a Excelsior.com.mx.

“Es alimento; también plato, porque sobre ella se sirve un guiso; es un cubierto, porque si la troceamos nos ayuda a llevarnos guisos a la boca; y en algunas regiones, quitan la telita que se infla en la parte superior y se usa como servilleta”, mencionó la experta en gastronomía.

“Y hasta el más pobre o el más poderoso la comen”, comentó por su parte Artemio Casas, mientras prepara libras y libras de tortillas sabor aguacate, jalapeño o mole, entre otros; en la popular Nuevo Leon Bakery, 1634 W 18th St., una panadería del barrio de Pilsen, que él y su esposa administran desde hace varios años.

“Comer una tortilla aquí (en Estados Unidos), es como volver a México, a tu pueblo, al rancho, regresar a tu niñez. Es recordar cuando comías con tu abuelita, con tus hermanos, en familia”, contó Casas, originario de Monterrey y quien dice, creció rodeado de la auténtica gastronomía mexicana preparada por su abuela y su madre.

“Me acuerdo que cuando era niño, comíamos tortillas todas las mañanas para desayunar”, dijo. “Comía mi tortilla con un huevo y salsita. Sin la tortilla no me llenaba”, recordó entre risas.

Y dice que su gusto por las tortillas lo obligó a traerlas al ‘otro lado’.

“La tortilla es un símbolo de la gastronomía mexicana, es tan esencial que se elabora en todo el mundo, ya sea de harina o maíz, el 95% de los mexicanos comen chile, frijoles y tortilla”, precisó.

La tortilla fue parte fundamental de la alimentación de los incas, aztecas y mayas, según reportes, principalmente se produce a base de maíz. Algunos atribuyen a Tlaxcala como el lugar de su nacimiento. En náhuatl, Tlaxcala significa ‘lugar de la tortilla de maíz’.

“Mi abuela y mi madre las preparaban a mano en casa” recuerda Casas. Y dice que de ahí le surgió la idea y desde 2002 -después de trabajar en diferentes restaurantes de Chicago- empezó a hacer tortillas de harina de diferentes sabores, las cuales ahora son ‘la especialidad de la casa’.

“Comenzamos con 12 libras diarias de tres clases, ahora producimos entre 150 y 160 libras de tortillas de 13 sabores, jalapeño, habanero, mole, aguacate, nopal, Chipotle, chile morita, frijol con jalapeño, espinacas, aguacate, o mole”, explicó Casas.

Contó que para él es un orgullo ser parte del negocio familiar, pero más que nada, poder trascender, promover y preservar esta tradición mexicana en Estados Unidos.

“Para nosotros, la tortilla es esencial”, agregó, “y junto con mi suegro podemos hacerlas aquí en la panadería” dijo Casas.

Sin las tortillas, no se pueden hacer los tacos, enchiladas, chilaquiles ni muchos otros platillos mexicanos que caracterizan la gastronomía mexicana.