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Escena de la manifestación que se llevó a cabo este miércoles frente a la torre Trump, en el centro de Chicago. PAUL BEATY/GETTY
PAUL BEATY / AFP/Getty Images
Escena de la manifestación que se llevó a cabo este miércoles frente a la torre Trump, en el centro de Chicago. PAUL BEATY/GETTY
Chicago Tribune
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CHICAGO –

Miles de manifestantes molestos por la victoria de Donald Trump en las elecciones se dieron cita a las afueras de la torre Trump en Chicago el miércoles en la tarde antes de tomar las calles en el centro de la ciudad para mostrar su oposición al presidente electo.

Justo antes de las 8 pm, uno de varios grupos de manifestantes llegaron hasta Lake Shore Dr. y Jackson Dr. y bloquearon el tráfico, mientras marchaban al norte.

“No Trump, no KKK, no fascistas en EEUU” y “¡No es mi presidente!” fueron algunos de los cánticos que gritaba la muchedumbre.

Audrey Lava, residente de Chicago y embarazada de ocho meses, se enjugaba las lágrimas al unirse a la protesta afuera de la torre.

“Quería mostrar mi solidaridad con la gente que sufre”, indicó Lava. “Y quería mostrarle al resto del mundo que no todos en este país apoyan a un fascista”.

En un momento los manifestantes llenaron los seis carriles al norte de Michigan Ave. Los manifestantes recibieron tanto muestras de apoyo como gritos molestos por parte de los seguidores de Trump.

“¡Que se construya el muro!”, gritó a la multitud uno de los seguidores de Trump, refiriéndose a la promesa del magnate de construir un muro en la frontera con México.

Michael Burke, un residente de Edgewater, dijo que cree que el presidente electo “dividirá al país y agitará el odio”.

“Creo que es nuestro deber constitucional no decir nada y aceptar esto”, añadió. “La torre significa todo lo peor y a fanfarronería de este sujeto odioso”.

Kathryn Schafer llevó a su hija Clara, de 3 años, a protestar en la torre Trump.

“Ella está muy pequeña para entender todo esto, pero no sé cómo le voy a explicar que el presidente de nuestro país puede decir cosas como las que dijo”, mencionó.

Schaffer dijo que se quedó despierta toda la noche luego de enterarse de la victoria de Trump. Añadió que el presidente electo no es un buen modelo a seguir para su hija.

“Se supone que el presidente debe ser un ejemplo a seguir para nuestros hijos y alguien a quien admirar. Siento que si defiendo mis valores, no puedo quedarme callada los próximos cuatro años. Debo ser un modelo a seguir si nuestro presidente no lo es”, señaló Schaffer.

Antes, a una media docena de seguidores de Trump se le permitió estar frente a la torre Trump, mientras los manifestantes fueron contenidos al otro lado de la calle. Anthony Moreira, de Berwyn, ondeaba una bandera de EEUU y gritaba a los manifestantes contra Trump que aceptaran los resultados y se fueran a casa. “Son débiles, por eso perdieron”, les gritó.

Moreira añadió que los señalamientos de los manifestantes carecen de fundamento.

“Trump no es intolerante. Se pones atención, vas a ver negros, latinos, musulmanes y todo tipo de gente trabajando para él”, añadió.

La policía se mantuvo vigilante en la protesta. Algunos oficiales no ocultaron su desdén hacia los manifestantes. Uno de ellos portaba un botón grande que decía “Trump” en su gorra, mientras otros intercambiaron burlas con los manifestantes.

“Sabes que es esto por lo que ganó Trump”, dijo el oficial Jason Lenski luego de que un manifestante le preguntara donde tenía su gorro del KKK. “Porque la gente está cansada de los liberales”.

Entre los que apoyan a Trump estaban Birgitt Peterson, quien ganó un poco de notoriedad durante la campaña cuando un fotógrafo del Tribune la capturó mientras hacía el saludo Nazi al salir de un evento de Trump que se canceló en Chicago.

Agitando un letrero de Trump y al grito de “U-S-A”, Peterson dijo que quería celebrar la victoria de su candidato.

“Sabíamos que Trump iba a ganar”, dijo. “Ellos deben aceptarlo”.