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COBDEN, ILLINOIS -Si buscas un tamal verde en el sur de Illinois, maneja por la Ruta 51, atraviesa los campos de arándano, las huertas y las granjas de cerdo, hasta que te topes en la calle principal de Cobden, un pueblo de 1,200 personas a pocas millas del rio Ohio.

Allí, en una choza anaranjada y con un pequeño letrero encontrarás la “

Taquería Pequeña

“, donde Bartolo, dueña, cocinera y abuela michoacana se abre paso rápidamente y gana fama gracias al sabor auténtico de su comida.

La cocina es un garaje prefabricado con dos ventanas: Por una reciben las órdenes, por otra sale la comida. Dentro, Bartolo cocina carnitas durante horas a fuego lento y prepara chiles rellenos a mano, mientras su ayudante, Gloria, y su hijo menor, Esteban, toman las órdenes.

Afuera, en la fila, se encuentra la diversidad de una comunidad en evolución. Motociclistas con chaquetas de cuero esperan juntos con trabajadores del campo quienes vienen de las huertas durante su hora de almuerzo. Obreros del Departamento de Calles llegan con sus camisas manchadas de aceite y sus cascos protectores puestos. Una novia pasa con sus damas de honor mientras andan en un tour de las bodegas de vino de la región.

Con orgullo, Bartolo te dirá que su cocina no es nada especial. Prepara la comida igual que en casa, dice, y a la gente le gusta así. Son las mismas técnicas que aprendió de su madre, quien era panadera en México.

Bartolo llegó a la región por primera vez a los 23 años, en búsqueda de una vida mejor para sus dos hijas, quienes había dejado en México.

“Había mucha nieve. los árboles estaban secos y no sabía qué iba a pasar”, contó. “Ní sabía que algún día iba a tener mi propio negocio”.

Hasta que antes de abrir la taquería, en 2004, trabajaba en la empacadora de una huerta, donde procesaba manzanas, duraznos, pepinos y otras verduras.

Bartolo fue una de los primeros inmigrantes que se instalaron en Cobden, cuya población es ahora casi 30% hispana, según el último censo.

Bartolo se acuerda del campamento afuera del pueblo, donde residían muchos de los trabajadores migrantes que venían para la cosecha. Se acuerda de las redadas de inmigración que se realizaron allí, a pesar de que supuestamente era un lugar seguro en la comunidad.

“Gracias a dios, a nosotros nunca nos agarraron”, dijo.

http://www.vivelohoy.com/chicago/8688866/el-del-campo-trabajo-agotador-y-peligroso

Ahora, se ve “más raza que nunca” por toda la región, según Juan Villarreal quien lleva 20 años en el sur de Illinois. Hay tiendas mexicanas en las ciudades pequeñas cercanas como Carbondale y Murphysboro, y varias iglesias ofrecen misas en español. En Cobden, un grupo de purépechas (Michoacán) celebran su cultura con desfiles y conciertos en su idioma ancestral.

Sin embargo, los ingredientes que Bartolo ocupa para preparar su comida no llegan fácilmente al sur de Illinois. Algunos ingredientes típicos se exportan desde México a Chicago, donde empresarios compran para sus abastecedores mexicanos en St. Louis. De allí, su esposo maneja más de cuatro horas para traer todo cada mes, desde refresco Sangría y Jarritos, hasta tortillas de maíz y especias como el chile de árbol.

El esfuerzo de traer la mexicanidad auténtica a una zona rural y mayormente blanca, es parte de lo que hace especial este lugar. Según Bartolo, la mayoría de sus clientes son anglosajones.

“La comida es muy auténtica. Utiliza los sabores naturales, y todo es muy fresco”, dijo Mark Kirk, de Anna, Illinois. “Es como si estuvieras en la casa de tu abuela mexicana”.

Esto no quiere decir que Bartolo no haya tenido que adaptarse al gusto de su clientela.

Prepara especialidades como el Nacho Salad, un plato inventado por una vecina anglosajona, que contiene lechuga, tomate, cebolla y otras verduras, más pollo desmenuzado, sobre tostadas de maíz. Luego lo cubre todo con queso derretido.

Una comida híbrida para una comunidad multicultural, en un condado donde casi 70% de los votantes apoyaron a Donald Trump. Bartolo dice que no preferiría vivir en ningún otro lugar.

“A veces vienen con sus camisas o gorras de Trump, pero no importa”, dijo. “Como quiera, aquí comen”.

http://www.vivelohoy.com/eeuu/8454998/programa-laboral-cambia-negocios-y-familias-en-el-sur-de-illinois