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El mexicano Adrián González estuvo explosivo al bate. GETTY
Christian Petersen / Getty Images
El mexicano Adrián González estuvo explosivo al bate. GETTY
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La aportación de los peloteros latinoamericanos volvió a estar presente en la 82 edición del Juego de las Estrellas con el mexicano Adrián González y el venezolano Pablo Sandoval al frente del bateo explosivo, mientras que los jóvenes valores dominicanos, Michael Pineda y Alexi Ogando fueron los encargados de lanzar una buena pelota.

González, el primera base de lo Red Sox de Boston, fue quien puso el sello latinoamericano a los bates al conectar vuelacercas para la única carrera de la Liga Americana y la primera del partido que se disputó en la noche del martes en el Chase Field, de Phoenix (Arizona) y que ganó por 5-1 el equipo de la Nacional, primera vez desde mediados de los años 90 en que consiguen triunfos consecutivos.

Si González acaparó los reflectores con el poder de su bate dándole movilidad a la pizarra en el cuarto episodio, su compañero de equipo, el inicialista venezolano Miguel Cabrera, resultó lesionado.

Mientras que el tercera base criollo Sandoval estuvo perfecto con el bate al irse de 1-1, y remolcó la quinta y última carrera que consiguió el equipo de la Nacional por mediación del jardinero izquierdo Hunter Pence, de los Astros de Houston, en la parte baja del séptimo episodio.

Aunque lo hizo en la derrota, González jonroneó y demostró porqué se encuentra a mitad de temporada como líder de las Grandes Ligas en promedio de bateo, en carreras remolcadas y dobles.

El toletero mexicano, de 29 años, es décimo en el apartado de jonrones, con 17 conectados en lo que va de campaña, y lo reivindicó al hacer sonar el bate para pegar un bambinazo solitario que envió la pelota por el encima de la valla del jardín derecho.

El toletazo de González alcanzó los 403 pies (122 metros) sobre los servicios del primer relevo de la Nacional, el zurdo Cliff Lee, de los Filis de Filadelfia, y con su jonrón el mexicano evitó que Lee sacara el tercer “out” en el episodio.

González confirma que la batería latinoamericana sigue enviando mensajes de poder, y ahora se perfila hacia la segunda mitad de la campaña teniendo .354 de promedio con el bate, y 77 carreras remolcadas, para liderar ambos apartados en las mayores.

Su compañero de equipo, el bateador designado dominicano David Ortiz, esta vez se fue sin hacer contacto con la bola.

Si apenas el viernes Ortiz demostró su calidad con el bate y su carácter al acaparar los reflectores de las Grandes Ligas, pegando jonrón y protagonizando una pelea en el triunfo de los Medias Rojas por 10-3 sobre los Orioles de Baltimore, esta vez se fue de 2-0.

El viernes Ortiz coronó racimo de ocho carreras en el primer episodio pegando batazo de cuatro esquinas, y en el octavo protagonizó una discusión con el relevo de los Orioles, Kevin Gregg, pero esta noche no pudo hacer sonar el bate.

Su compatriota el segunda base de los Yanquis de Nueva York, Robinson Canó, que apenas 24 horas antes se coronó como el rey de los jonrones, en el concurso de cuadrangulares previo al Juego de las Estrellas, tampoco estuvo inspirado con el bate y se fue de 2-0.

El guardabosques de los Azulejos de Toronto, el dominicano José Bautista, líder de jonrones en la campaña, con 31, de los dos viajes que hizo a la caja de bateo, sólo en uno hizo contacto con la bola, lo mismo que su compatriota Adrián Beltré, de los Vigilantes de Texas, que se fue de 2-1.

Peor estuvieron en su debut los campocortos, el venezolano Asdrúbal Cabrera, de los Indios de Cleveland, y el dominicano Johnny Peralta, de los Tigres de Detroit, que se fueron de 2-0 con la Americana.

El bateador designado puertorriqueño Carlos Beltrán, de los Mets de Nueva York, pegó de 2-1 y en el cuarto episodios pisó el plato impulsado con el jonrón del primera base, de los Cerveceros de Milwaukee, Prience Fielder, y su compatriota el receptor Yadier Molina, de los Cardenales de San Luis, se fue de 1-1.

Mientras que otro que brilló en el apartado defensivo fue el campocorto de los Cachorros de Chicago, el dominicano Starlin Castro, de 21 años, que se robo dos bases en el quinto episodio, pero fue sacado “out” en el plato tras una rola por tierra al lanzador a Jordan Walden, de los Angelinos de Los Ángeles.

En la lomita, la Nacional no tuvo lanzadores latinoamericanos, pero por la Americana, el dominicano Pineda, de los Marineros de Seattle, trabajó el tercer episodio, ponchando a dos bateadores rivales.

La labor de Pineda, de 22 años, constó de 10 envíos, ocho de ellos viajaron a la zona perfecta del strike.

Pineda y Castro fueron los peloteros más precoces en las nóminas, además de formar parte de la marca inédita de 35 debutantes en un Juego de Estrellas.

Su compatriota, el abridor de los Vigilantes de Texas, Ogando, trabajó dos tercios de entrada perfectos, hizo seis lanzamientos, cinco fueron a la zona del strike.

La nota negativa de la jornada la protagonizó Cabrera, el inicialista de los Tigres, que tuvo sólo una oportunidad con el bate al haberse lesionado.

Cabrera abandonó el campo después de que al parecer se lastimó el costado. La Americana no informó de manera inmediata el estado de salud de Cabrera, que se fue de 1-0, ni tampoco lo han hecho los Tigres.