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FOTO TOM BARNES
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FOTO TOM BARNES
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Aquellos que observan a Laurean López, una hermosa colombiana que provoca suspiros en las noches de boxeo entre cada round, imaginan que miles de hombres la persiguen día y noche. Pero la realidad es muy diferente. “Es muy difícil conseguir novio porque ellos (los hombres) se sienten intimidados por nosotras”, dice la bella bogotana.Algunas de sus compañeras de trabajo coinciden. Linette, originaria de Costa Rica, agrega que “los hombres se interesan en nosotras pero a veces no nos toman en serio porque somos modelos”. Y Rose Sahagún, de origen mexicano, comenta que “siempre tuve novios feos porque, para mí, lo más importante es lo de adentro”.Sylina Colón, una puertorriqueña que a los 34 años todavía provoca la envidia de varias muchachas mucho más jóvenes, ha vivido experiencias similares. “Sí, es cierto, a veces mandan a un amigo para que nos hable pero sería lindo si vinieran ellos (los hombres interesados) a hablarnos directamente”.Desiree Collazo, también de 25 años y dueña de una figura voluptuosa, se considera “amistosa y accesible” con los hombres pero dice que no tiene una relación estable porque aún no ha encontrado a su pareja ideal. “A veces escucho que me dicen algunas cosas lindas y a veces cosas feas”, opina Desiree.Pero contrariamente a lo que podría suponerse, en general las chicas dicen no escuchar gritos del público masculino cuando suben a un ring, sin percibir algunas barbaridades subidas de tono que algunos suelen lanzar. “Yo escucho los silbidos pero no sé qué me gritan exactamente”, comenta Colón.Inquietudes diferentesEntre las chicas que presentan carteles con el número de cada round hay un poco de todo. Están las que apuestan con todo a sus encantos físicos y sólo trabajan como modelos para agencias publicitarias. Pero otras también dedican su tiempo al estudio para enfrentar el futuro.Entre las primeras está Nicole Marsel, de 27 años, que en el pasado trabajó en bares y actualmente dice sólo estar interesada en su trabajo como modelo para diversas publicaciones y peleas de boxeo o artes marciales mixtas. “No estudio y sólo me dedico a esto”, informa la joven que asegura que todos sus encantos son naturales.Un caso similar ocurre con Ashley Johnson, una joven de 20 años que no estudia, ha posado para revistas e incluso estuvo en el programa de televisión del conocido conductor Howard Stern. ¿Le molesta a su novio que Nicole exhiba su cuerpo con pocas ropas ante el público masculino? “No para nada”, responde la muchachacha, “cuando mi novio empezó a salir conmigo ya sabía en qué se estaba metiendo”.En el grupo de las segundas, las que ven otra vida más allá del modelaje, figuran Rose, que estudia en Morton College y espera algún día ser doctora, “cuando el cuerpo ya no esté como ahora”, o Linette, quien también está tomando clases en UIC, en cuyo estadio de deportes ha lucido sus encantos en las noches de boxeo. Colón, madre soltera de tres niños, trabajó como veterinaria durante muchos años antes de dedicarse a su empleo actual como modelo publicitaria.Adrenalina entre las cuerdasMás allá de los suspiros que provocan con sus curvas infartantes, las muchachas parecen divertirse en las funciones de boxeo. “Me fascina la adrenalina que hay en los boxeadores y la audiencia, cuando estoy acá me siento viva”, comenta Nicole, quien dice haber tenido noviazgos con hombres atléticos pero no con deportistas famosos.Las más bellas del ring producen escalofríos entre los espectadores y en más de un boxeador. Pero al parecer la atracción es mutua. Varias de las chicas consultadas brindaron la misma respuesta: “Me gusta ver a hombres fuertes arriba del ring”.