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Ya han pasado los siete partidos de la pretemporada y los tres primeros de la temporada regular, es decir, 10 partidos, y los

Chicago Bulls

todavía siguen buscando por tener a ese base que dirija, construya y marque el ritmo del juego del equipo dejado vacante ante la ausencia del lesionado

Derrick Rose.

D-Rose, quien se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda en el primer partido de playoff de la temporada pasada, no regresará hasta febrero o marzo del próximo año, pero mientras tanto los Bulls están concentrados en hacer una digna temporada sin su estrella y para ello ficharon a Nate Robinson y Kirk Hinrich, dos bases totalmente opuestos que en estos momentos están librando un pulso por hacerse con el puesto al mismo tiempo que buscan acoplarse a sus nuevos compañeros.

De salida, el técnico de los Bulls, Tom Thibodeau, ha confiado en Hinrich como el base armador titular del equipo seguramente por su mayor experiencia, porque ya ha jugado con muchos de los jugadores del equipo en su anterior etapa en los Bulls y porque practica un baloncesto más fuerte en defensa y de control, tan de su gusto. Mientras que el pequeño (5-9) Robinson es utilizado como suplente para que con su mayor velocidad, agresividad y desborde sirva como revulsivo en los momentos en los que el equipo necesita remontar un marcador adverso o simplemente cambiar el ritmo del partido.

Tras los tres primeros partidos los dos jugadores tienen exactamente el mismo promedio de minutos jugados, 23.7 minutos por partido, así que la pelea va de manera justa y la comparación entre ambos toma más valor.

Hinrich está promediando por partido 4.7 puntos, 5.7 asistencias, 2.7 rebotes, 2 robos de balón y 1.3 pérdidas de balón. Mientras que Robinson está promediando 12.7 puntos, 5 asistencias, 5 rebotes, 1.3 robos de balón y 2.3 pérdidas.

Las estadísticas muestran que claramente Robinson es más productivo en la faceta anotadora, anotando casi el triple de puntos que Hinrich y situándose como el quinto mejor anotador del equipo. Mientras que Hinrich está situado en el octavo lugar de los anotadores del equipo, siendo el único jugador titular que no figura dentro del Top-5.

Obviamente sus funciones, más que anotar puntos, es la de repartir juego y dar asistencias. Y ahí aunque Hinrich domina, las diferencias son mínimas (5.7 a 5), al igual que en los robos de balón y pérdidas, por lo que la faceta anotadora se convierte en un punto esencial en estos momentos en la lucha por el puesto entre ambos que actualmente se inclina del lado de Robinson.

No obstante, el gran destacado de los Bulls en este arranque de temporada es sin duda el pívot Joakim Noah, quien está promediando 14.7 puntos y 8.7 rebotes, y el que con su fuerte temperamento bajo los tableros arrastra al equipo a pelear para sacar adelante los partidos. A veces aparece Carlos Boozer, en otras Luol Deng y en otras Richard Hamilton y le acompañan para sacar las victorias. Pero la batuta del juego todavía sigue huérfana desde que la dejara D-Rose y cuando dos o tres jugadores de éstos no tienen una buena noche, como pasó ante los Hornets el pasado sábado, no hay nadie que ponga orden y busque un nuevo camino hacia la victoria.

Este martes 6 de noviembre visita a los Bulls (2-1) en el United Center (7 pm, CT) los invictos Orlando Magic (2-0), otro equipo joven al igual que los Hornets, que vendrá a dar guerra y poner a prueba a Chicago.

Los Magic se han reconstruido mucho y bien. La salida de su estrella Dwight Howard a los Lakers les ha proporcinado la llegada de muchísmo talento que los convierte en un equipo potencialmente fuerte, aunque todavía tengan mucho que demostrar.

Para tapar la baja de ‘Supermán’ Howard, los Magic han fichado a dos buenos pívots como el montenegrino de 21 años, Nikola Vucevic, quien está de titular, y el mexicano de 27 años

Gustavo Ayón

, suplente y que acaba de regresar de una lesión en su dedo pulgar.

Pero además, los Magic cuentan con el talento del ala-pívot Glen Davis, líder del equipo con 25.5 puntos y 9 rebotes y el base J.J. Redick (22 puntos), la dupla ganadora a la que apuesta el equipo de Orlando en este arranque de temporada.