Con Derrick Rose fuera de acción hasta febrero o marzo del año próximo, la posición de base armador de los
se la estaban repartiendo hasta ahora entre Kirk Hinrich y Nate Robinson.
Pero al caer lesionado Hinrich el pasado sábado ante Minnesota, y con Robinson teniendo un mala noche este lunes ante los Celtics, el entrenador de los Bulls, Tom Thibodeau, se la jugó con el novato Marquis Teague, y este aprovechó su oportunidad y no defraudó.
El benjamín de los Bulls, con tan sólo 19 años, jugó completo el último cuarto y movió el balón con mucho sentido para guiar a un remotada de Chicago que de 14 puntos abajo se colocó a dos puntos de Boston, aunque al final no pudieron completar la remontada y terminaron cayendo 95-101.
“Marquis trabaja muy fuerte y esto sólo es el primer escalón”, dijo tras el partido Thibodeau. “Me gusta con la velocidad que se mueve y nos hizo jugar con más energía. Utilizó su velocidad y rapidez de movimientos para mejorar nuestra defensa”.
Teague, que en los primeros seis partidos sólo había jugado en dos ellos para un total de 10 minutos promediando 1 punto, 1.5 asistencias y 0.5 rebotes, terminó este lunes el partido con 5 puntos, 2 asistencias y 3 rebores en 18 minutos de juego.
“Estoy muy feliz de haber tenido la oportunidad de jugar y competir, aunque al final lo que quiero es ganar”, dijo Teague al final del partido rodeado de una nube de periodistas. “No estaba nervioso. Practico con mis compañeros todos los días y ellos son tan buenos como cualquiera en esta liga. Me sentí muy cómodo y estoy listo para jugar contra cualquiera”.
El pasado lunes Teague no se enfrentaba a cualquiera, sino que enfrente tenía a Rajon Rondo, uno de los mejores bases de la NBA.
“Para eso juego al baloncesto, para enfrentarme a los mejores”, afirma Teague. “Cada noche tienes que competir contra un gran base, por lo que tienes que dar lo mejor”.
Los Bulls arrancan este miércoles en Phoenix una gira por el Oeste y Hinrich es duda para volver todavía, por lo que Teague podría volver a disponer de otro puñado de buenos minutos para seguir madurando, demostrar su calidad y ganarse la confianza de Thibodeau.
