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Dimar Ortuz (arriba) noqueó en tres asaltos al peligroso y hasta entonces invicto Terry Martin el pasado miércoles en el Horseshoe Casino de Hammond, Indiana. TOM BARNES-HOY
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Dimar Ortuz (arriba) noqueó en tres asaltos al peligroso y hasta entonces invicto Terry Martin el pasado miércoles en el Horseshoe Casino de Hammond, Indiana. TOM BARNES-HOY
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Uno es de contextura pequeña y se caracteriza por su gran velocidad de desplazamientos. El otro es más alto y combate en una categoría de un peso mayor. Ambos son boxeadores hispanos que se mantienen invictos en el Medio Oeste americano y la semana pasada confirmaron sus buenos antecedentes en la función organizada el pasado miércoles 21 de noviembre por el expúgil y ahora promotor Bobby Hitz en el

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de Hammond, Indiana.

Adán Ortiz, nacido en Guerrero, México, y residente en Sterling, Illinois, cerca del límite con Iowa, es supergallo y mantiene una marca invicta de 5-0 con 4 nocauts. Mientras Dimar Ortuz nació en Illinois de padres hispanos y tampoco ha perdido como profesional: su récord es 6-0 con 4 nocauts.

Ortiz llegó precedido de cierta fama al campo rentado debido a su exitosa carrera como aficionado (96-17). En el pasado fue cinco veces campeón estatal de Silver Gloves (Guantes de Plata) desde 2003 hasta 2007, campeón regional en 2004 y 2007 y campeón nacional (también en los Silver Gloves) en 2004, campeón de los Guantes de Oro de Chicago en 2008 y 2010 y subcampeón a nivel nacional en 2009, llegó a estar ranqueado número dos como amateur a nivel nacional en 2009 y representó a Estados Unidos en competencias contra Gran Bretaña e Italia.

Como profesional ganó sus primeras cuatro peleas en los dos primeros asaltos y la semana pasada venció por decisión en cuatro rounds a Salvador Pérez, un mexicano del estado de Campeche que está radicado en Kentucky y había protagonizado una gran batalla contra Sergio Montes de Oca, otro interesante prospecto de Chicago.

Ortiz tuvo fiebre unos días antes del combate ante Pérez y no entrenó bien por tres días.

“Fue la pelea más difícil como profesional y la primera vez que pasé del segundo round”, comentó Ortiz. “A ver qué me ofrecen más adelante, quiero pelear en Chicago o donde tengan peleas buenas”.

Ortiz arribó desde San Marcos, Guerrero, a Estados Unidos a los dos años con sus padres, cocineros de profesión. La joven promesa completó la escuela secundaria y actualmente trabaja siete horas diarias en el restaurante Maple Pancake House de la ciudad de Sterling, y entrena desde los nueve años a las órdenes de Alfredo Silva, originario de El Paso, Texas.

“Adán tiene todo lo que se necesita para ser campeón. No tiene vicios, entrena bien, se pasa todo el tiempo en su casa y no anda en la calle, eso le ayuda mucha”, explicó su entrenador Silva. “Como vivimos en un pueblo chico y no hay mucha gente que pueda hacer guantes, a veces tenemos que venir hasta Chicago o ir a Davenport, Iowa. Es un poco más de dos horas para llegar a Chicago y a veces venimos un día por semana”.

El crédito de Humboldt Park

Dimar Ortuz es hijo de madre ecuatoriana y padre uruguayo pero dice que habla “puertorriqueño porque me crié en Humboldt Park”.

Su padre escapó del servicio militar en su Uruguay natal y nunca regresó a ese país. Ortuz dice que siempre se ha sentido cercano a Ecuador y algo lejano a Uruguay. “Ahora me conecté con algunos familiares de Uruguay a través de Facebook y quiero ir un día allí”.

De todos modos, el apego de Ortuz a su pasado es evidente: en su pantalón de boxeador siempre lleva impresas las banderas de Uruguay y Ecuador.

Después de ganar los Guantes de Oro de Chicago en 2002 y pasar un tiempo alejado del boxeo mientras se dedicaba a la crianza de sus tres hijos, Ortuz debutó como profesional en 2011 con Sam Colonna como entrenador. A diferencia de otros boxeadores novatos, Ortuz no le ha escapado a la oposición seria. En agosto pasado derrotó a Donta Woods (8-0 y 7 KOs) por decisión en seis rounds y la semana pasada se topó con el peligroso Terry Martin, de Chicago, quien llegaba invicto con 5 nocauts en 5 peleas y tenía un interesante pasado como peleador de MMA (Artes Marciales), donde se enfrentó con los mejores e incluso derrotó una vez a Chael Sonnen, uno de los peleadores más importantes de los últimos años.

“Este muchacho (Martin) es bien peligroso y traté de cansarlo en los primeros rounds. El nocaut fue algo que no esperaba, yo esperaba una pelea de seis rounds e iba a darle una lección pero un puño cambia todo”, dijo Ortuz.

‘Strongman’ Ortuz, de 31 años, logró un nocaut tan espectacular como insólito ante Martin en el tercer asalto. El púgil de Humboldt Park acertó una combinación sobre las cuerdas y su rival comenzó a desplomarse en cámara lenta. Martin cayó sobre el árbitro, quien cayó sobre Ortuz . Los tres hombres (Martin, Ortuz y el árbitro) se fueron al suelo con un efecto dominó.

Para el futuro Ortuz tiene grandes planes: “Yo quiero traer el boxeo otra vez a Chicago, como antes cuando la gente esperaba para ver a un boxeador. Yo quiero ser el campeón de la gente. Tengo unas 150 personas que me siguen de todas partes de Chicago”.