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El base Nate Robinson es uno de los nuevos suplentes llegados este año a los Bulls que no termina de convencer. Nuccio DiNuzzo/Chicago Tribune
Nuccio DiNuzzo / Chicago Tribune
El base Nate Robinson es uno de los nuevos suplentes llegados este año a los Bulls que no termina de convencer. Nuccio DiNuzzo/Chicago Tribune
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La derrota (92-93) ante los Milwaukee Bucks el pasado lunes en el United Center ha hecho tocar fondo a los

Chicago Bulls

a menos de un mes de iniciada la temporada. Y es que te remonten 27 puntos de ventaja en los últimos 17 minutos de partido realmente escuece y hace saltar todas las alarmas.

A falta de 2:50 minutos para terminar el tercer cuarto los Bulls ganaban 78-51) tras un triple de Hinrich, pero a partir de ahí el equipo se colapsó, paró de jugar y permitió que los Bucks se le vinieran encima con un parcial 4-31 para terminar perdiendo un partido que parecía imposible que se les escapara.

“Tú tienes que jugar 48 minutos en esta liga”, dijo el técnico de los Bulls, Tom Thibodeau. “Estábamos muy sueltos con esa ventaja, pero el partido cambió en cuatro o cinco minutos, los últimos dos del tercer cuarto y los primeros dos del cuarto. Y ya no pudimos pararlos”.

“Estas cosas pasan muy rápido y en la NBA puedes perder una ventaja de 10 puntos en un minuto. Muchos dicen que esto no puede pasa, pero siempre ocurre. Si no defiendes duro tu ventaja, esto es lo que pasa”, añade Thibodeau.

Con esta humillante derrota ante sus aficionados, los Bulls (6-7) perdieron una ocasión de oro para tomar el mando de la División Central, sumaron su cuarta derrota en los últimos cinco partidos, rompieron la racha de nueve victorias al hilo sobre los Bucks y empobrecieron su marca como local a 3-4.

“Hemos jugado terrible”, dijo el alero de los Bulls, Luol Deng, tras la derrota ante los Bucks. “No hemos jugado gamo solemos hacerlo”.

“Esto es un golpe muy duro”, dijo el ala-pívot Carlos Boozer. “Me gustaría el poder volver a la cancha para que el partido terminara de otra manera”.

Esta derrota de Chicago recordó aquella de 2009 cuando los Sacramento King remontaron 35 puntos de desventaja para terminarle ganando a los Bulls de Vinny del Negro en una de las remontadas más grandes de la historia de la NBA.

La baja por lesión de la estrella del equipo, Derrick Rose, tampoco puede servir de excusa a esta debacle, y aunque la intensidad defensiva del equipo está a años luz de la del año pasado y parece que muchos de los titulares del equipo están jugando a ráfagas y a medio gas como esperando el regreso del líder del equipo, también es cierto que el recambio masivo de los suplentes este año a venido a empeorar notablente el rendimiento del equipo.

Thibodeau ya está dando muestras de la poco confianza que le tiene a sus suplentes al mantener jugando a todos su quinteto titular por más de 36 minutos cada uno durante la derrota ante los Bucks. Y es que los suplentes de Milwaukee barrieron 56-10 al de los Bulls durante el partido. Por eso los

Y sin banca, ni defensa, ni líder y sin vergüenza torera, no se va a ningún lado.

Este miércoles los Bulls reciben a los Dallas Mavericks que también tienen a su estrella, Dirk Nowitzki, lesionado. Veremos si han espabilado tras la humillación del lunes.