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El receptor de los Green Bay Packers, James Jones (89), anota uno de sus tres touchdowns en la victoria sobre los Chicago Bears. Mike DiNovo-USA TODAY Sports
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El receptor de los Green Bay Packers, James Jones (89), anota uno de sus tres touchdowns en la victoria sobre los Chicago Bears. Mike DiNovo-USA TODAY Sports
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Los

Chicago Bears

(8-6) siguen en picada en esta segunda mitad de la temporada y este domingo sumaron su quinta derrota en los últimos seis partidos y la tercera consecutiva al perder 13-21 ante los Green Bay Packers (10-4), que se adjudican matemáticamente por segundo año consecutivo el título de la NFC Norte.

Esta vez la derrota de los Bears fue especialmente dolorosa por cuarto motivos muy especiales. Primero porque salen barridos por los Packers, su histórico rival. Segundo porque lo hicieron en su casa del Soldier Field. Tercero porque a buen seguro era la despedida del equipo ante su afición esta temporada y cuarto, porque esta nueva derrota complica todavía más los sueños de playoffs del equipo de Chicago.

“Esta derrota es muy frustrante, podéis verlo en mi cara”, dijo tras el partido el receptor de los Bears, Brandon Marshall. “Pero ha sido así todo el año. Todos en la ofensiva somos responsables. No hay excusas. Todavía nos restan dos partidos, todavía hay esperanzas, pero al mismo tiempo tenemos que ser responsables”.

Los Bears este domingo tuvieron que rendirse ante la evidencia de un equipo muy superior como los Packers, donde su mariscal Aaron Rodgers y su receptor abierto James Jones se aliaron a la perfección para formar un auténtico ‘monstruo’ ofensivo que destrozó la defensa de los Bears para anotar tres touchdowns, ganar el partido y adjudicarse la NFC Norte, lo que les da el pasaporte directo a los playoffs.

Rodgers jugó realmente un partidazo, completando 23 de 36 pases para 291 yardas, dar tres pases de touchdown, no recibir ninguna intercepción y terminar con un índice de pase de 116.8. Mientras que Jones ejecutó a la perfección al terminar con 60 yardas y tres touchdowns anotados.

Muy diferente estuvo el mariscal de los Bears, Jay Cutler, quien terminó con 12 de 21 en pases para 135 yardas, un pase de touchdown, una intercepción y un índice de pase del 72.5.

Tras un primer cuarto de tanteo donde las defensas se impusieron, los Bears abrieron 7-0 el marcador al inicio del segundo cuarto tras un gran pase de 15 yardas de Cutler a Brandon Marshall. Chicago se ponía ganando el partido, pero eso despertó a la bestia de los Packers, y en tan sólo cuatro minutos, los últimos del segundo cuarto, el dúo Rodgers-Jones, se encargaba de darle la vuelta al marcador 7-14 con dos touchdowns que dejaba herido de muerte a los Bears en el descanso.

Tras la vuelta del medio tiempo, Rodger y Jones se encargarían rematar a los Bears al suministrarle la tercera dosis con un nuevo touchdown que dejaba el marcador con un rotundo 7-21 visto para sentencia.

Los Bears intentaron reaccionar, pero ahí se toparon contra todas sus carencias, es decir, una línea ofensiva que sigue siendo un coladero y una defensa rota con las bajas de Brian Urlacher y Tim Jennings. Y además se estrellaron contra una defensa de los Packers que controló a la perfección todos los tiempos e intentos de remontada de los Bears, donde el apoyador de los Packers Clay Matthews se apuntó dos capturas a Cutler y en donde en general limitaron a los Bears a 190 yardas, la tercera marca más baja de Chicago esta temporada.

El receptor novato de Chicago, Alshon Jeffery, estuvo especialmente activo en la segunda mitad, pero sorprendentemente produjo tres faltas por interferencia en el pase que privó a su equipo de algo más ofensivamente. Especialmente uno de ellos que fue dentro de la zona de touchdown.

Los Bears intentaron basar su juego ofensivo en los acarreos y su corredor Matt Forté empezó muy fuerte el partido pero fue perdiendo gas como la gaseosa con el paso de los minutos. Forté terminó el partido con 69 yardas producto de 20 acarreos y no pudo conseguir anotación alguna.

Los Bears arrancaron la temporada 7-1 y tras esta derrota están 8-6 y en serio peligro de quedar fuera de los playoffs a falta de dos partidos, ambos de visitante ante Arizona y Detroit, que deberán ganar si no quieren irse de vacaciones antes de lo esperado.

“Todavía estamos vivos y eso es lo importante”, afirmaba el centro mexicoamericano de los Bears, Roberto Garza, sobre las posibilidades del equipo de llegar a los playoffs. “Esta es un derrota dolorosa y estamos en una situación complicada, pero todo puede pasar. Todo es posible. Nos quedan dos partidos que son muy importantes, los tenemos que ganar y ver que pasa”.