Skip to content
El mariscal Jay Cutler será el encargado de dirigir el ataque de los Bears en el partido clave ante los Vikings. GETTY
Gregory Shamus / Getty Images
El mariscal Jay Cutler será el encargado de dirigir el ataque de los Bears en el partido clave ante los Vikings. GETTY
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Tras la sorpresiva victoria 23-6 de los Vikings sobre los Texans en Houston a primera hora del domingo, los

Chicago Bears

estaban obligados a ganar en Arizona si querían seguir vivos en la carrera a los playoffs. Y lo lograron con autoridad y rotundidad.

Los Bears se impusieron facilmente este domingo por 13-28 en su visita a los Cardinals y cortaron una racha de tres derrotas consecutivas para quedar con una marca de 9-6 que les permite, a falta de una jornada, seguir vivos en sus aspiraciones de conseguir un puesto comodín en la postemporada. Mientras que los Cardinals quedan con marca de 5-10 tras perder su décimo partido de los últimos 11.

Las matemáticas ahora para que los Bears avancen a los playoffs son sencillas. Tienen que ganar el próximo domingo en Detroit a los Lions y que los Vikings pierdan en Minnesota ante los Green Bay Packers. Así de sencillo o complicado está la cosa para los Bears, según como se mire.

La clave de la victoria de Chicago, al igual que toda la temporada, radicó en el poder anotador de su defensiva, que en esta ocasión anotó dos touchdowns claves. El que abrió el marcador anotado por el esquinero Zach Bowman tras recuperar un fumble de los Cardinals al principio del primero cuarto para poner el 0-7, y otro al inicio del tercer cuarto del esquinero Charles Tillman devolviendo 10 yardas una intercepción para anotar y abrir brecha 6-28 en el marcador. Ambas anotaciones fueron cruciales en la victoria de los Bears.

Obviamente el volver a jugar contra un equipo con marca perdedora también ayudó a sacar la cabeza al equipo de Chicago, que tras un arranque de temporada con marca de 7-1, había hilado en esta segunda mitad de campaña una racha muy negativa de 1-5, en gran medida culpa de las múltipiles lesiones en su defensiva y el poderío de sus rivales.

El mariscal de los Bears, Jay Cutler, aunque no arrancó el partido muy bien con 1 de 11 en pases, pudo levantar su juego y también lucirse por buenos tramos del partido para terminar con 12 pases completos de 26 intentos para 146 yardas, un pase de TD, una captura no intercepción y un índice pasador de 76.8.

Su mejor alido en el ataque aéreo fue el receptor Brandon Marshall, quien sumó 68 yardas y un touchdown al final del segundo cuarto para poner el 6-21 en el luminoso.

El mariscal de los Cardinals, Ryan Lindley, completó 17 de 30 pases para 141 yardas, una intercepción, dos capturas y un índice de pase de 55. Siendo sustituido en la segunda mitad del partido por Brian Hoyer, quien no mejoró mucho el ataque de los Cardinals.

Por tierra nuevamente los Bears se hicieron fuertes y el corredor Matt Forté fue el gran protagonista al sumar 88 yardas y un touchdown al inicio del segundo cuarto para poner el 3-14 en el marcador. Aunque luego saltaron todas la alarmas cuando tuvo que retirarse cojeando por problemas en su tobillo derecho a principios del tercer cuarto y ya no volvió pudo jugar, siendo duda para el último partido de la temporada.

El gran lunar de los Bears estuvo en sus equipos especiales, un auténtico desastre en donde Devin Hester está irreconocible comparado a anteriores temporadas.

Pero lo más importante es que Chicago llega vivo al último partido, donde además de ganaren Detroit, necesitará que su máximo e histórico rival, Green Bay Packers, le de una ayudita ganándole a los Vikings para así clasificar a la postemporada.

“No puedo ni decir que tan gran es el próximo partido. Es ganar o morir”, dijo el ala-defensivo de los Bears, Julius Peppers. “No podemos controlar lo que va a pasar con otros equipos la próxima semana, pero si no hubieramos ganado hoy, no tendríamos ya ninguna oportunidad”.