Skip to content
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Los

Chicago Bears

no se clasificaron a los playoffs y dijeron adiós a la temporada a pesar de ganar en Detroit. Eso es lo malo de depender de terceros.

Ni la marca de 10-6 fue suficiente para que Chicago avanzara, una registro que normalmente es más que suficiente para llegar a los playoffs.

Los Bears cumplieron al derrotar 24-26 a los Lions en Detroit, pero para avanzar a los playoffs necesitaban también que los Vikings perdieran ante los Packers en Minnesota, y eso fue lo que faltó.

En un partido trepidante que se definió con un gol de campo en los últimos segundos, los Vikings derrotaron 37-34 a los Green Bay Packers y clasificaron a los playoffs con la segunda plaza comodín.

Con esta derrota los Packers pierden su segundo puesto en la NFC y ahora tendrán que recibir a los Vikings la próxima semana en la primera ronda de playoffs. Mientras que los San Francisco 49ers son los grandes beneficiados ya que quedan como segundos de la NFC y exentos de la primera ronda de la postemporada.

La victoria de los Bears fulminó por completo a los actuales campeones del Super Bowl, los New York Giants, que quedaron eliminados a pesar de ganar 42-7 a Filadelfia.

El partido en la moqueta del Ford Field de Detroit no fue apto para cardiacos. Los Bears estaban obligados a ganar para seguir con vida y lo consiguieron pero a costa de tener al borde del colapso a todos sus seguidores hasta el final del partido. Un sufrimiento que al final no sirvió para nada, sólo para estirar la agonía tres horas más.

Los Lions arrancaron ganando 3-0, pero los Bears rápidamente se fueron arriba y arrollaron a Detroit con un parcial de 20-0 que puso el marcador con un contundente 3-20 a dos minutos del descanso. Parecía que iba a ser suficiente para tener un partido tranquilo.

Pero todo fue un espejismo porque los Lions se levantaron y respondieron con un parcial de 21-6 que puso el luminoso con un apretado 24-26 a falta de casi siete minutos del final que hizo temblar hasta la mismísima torre del John Hancock de Chicago con una posible remontada de Detroit. Sin embargo la defensa de los Bears, que no contó con el apoyador Brian Urlacher al no recuperarse a tiempo de su lesión muscular, se encargó de cerrar el partido y asegurar la victoria.

El mariscal de los Bears, Jay Cutler, jugó un gran partido y , respondiendo a la importancia del partido, se le vio súper motivado, corriendo y sacando el brazo como nunca antes se la había visto esta temporada. Lástima que este año no hubiera jugado así más partidos porque seguramente Chicago habría entrado a los playoffs de manera tranquila a pesar de tener una de las peores líneas ofensivas de la liga.

Cutler completó 18 de 31 pases para 257 yardas con 1 pase de TD, ninguna intercepción y un índice pasador de 95.8. Sumando además 29 yardas en cinco acarreos.

Mientras que el mariscal de los Lions, Matthew Stafford, que por buen rato puso a temblar a todo Chicago, cerró el partido con 24 pases completos de 42 intentos para 272 yardas, 3 pases de TD, una intercepción y un índice pasador de 90.6.

Ofensivamente los Bears sorprendieron apostando más al ataque aéreo (245 yardas) que al tradicional juego terrestres (144 yardas), más teniendo en cuenta que recuperaron para el partido a su corredor estrella, Matt Forté, quien fue duda toda la semana por una lesión en su tobillo.

Sin embargo Forté brilló a gran altura y fue decisivo en la victoria sumando 103 yardas en 24 acarreos y anotando el segundo touchdown de Chicago que ponía el 3-17 en el marcador en las postrimerías del segundo cuarto.

En el ataque aéreo, Earl Bennett jugó un partidazo al sumar 109 yardas y anotar de manera espectacular el primer touchdown de Chicago tras recoger un pase de Cutler y correr 60 yardas para anotar el 3-7 que supuso el despertar de los Bears en el partido.

El receptor novato Alshon Jeffery sumó 76 yardas y Brandon Marshall, muy vigilado todo el partido, se quedó con 42 yardas.

Los Lions no se jugaban nada en el partido, tan sólo la honra de cerrar frente a su afición una mala temporada con una victoria ante sus rivales divisionales Bears, así como batir algunas marcas personales.

Ese fue el caso del receptor Calvin Johnson, que con sus 72 yardas sumadas ante los Bears llegó a las 1,964 yardas esta temporada, quedándose corto para llegar a las 2,000 yardas después de batir la semana pasada el récord de la NFL que estaba en 1,848 yardas en una temporada.

En defensa los Bears fueron desbordados a rachas por los Lions, pero lograron forzar tres fumbles y Tim Jennings tuvo una intercepción clave, su novena de la temporada. Y sobre todo, lograron mantener a raya a Johnson para que no hiciera daño.

“El duro frenar completamente a Calvin Johnson”, dijo el técnico de los Bears, Lovie Smith. “Pusimos a mucha gente vigilándolo, y con doble marca cada vez que podíamos. Hicimos un gran trabajo al no permitirle hacernos daño”.

La eliminación de los Bears abre ahora el debate sobre la reconstrucción del equipo, la permanencia del técninico Lovie Smith y la renovación de Brian Urlacher. Temas que tendrán que ser analizados con la cabeza fría y muy detenidamente porque este equipo parece que no va a ningún lado.