Skip to content
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

El

fútbol mexicano

tiene muchísimas particularidades y recovecos. Demasiados para que una persona no acostumbrada al draft de piernas, compraventa de franquicias para no descender, pactos de caballeros, manoseo de televisiones o multipropiedad de equipos, pueda entenderlo.

Ahora se ha levantado un nuevo revuelo con muchos de los fichajes de los futbolistas extranjeros que han llegado al torneo Clausura 2013 para reforzar a diferentes equipos. El problema es que transcurridas dos jornadas del campeonato ahora resulta que un buen grupo de ellos, a pesar de haber jugado, no tienen permiso de trabajo en México. En otras palabras, están de ‘mojados’ en el país.

Pero si resulta increíble que un equipo alinee a un jugador sin permiso, más aún lo es que el organismo rector de la liga, es decir la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), a través de su presidente Decio de María, haga la vista gorda al problema y afirme a través de un comunicado que esta irregularidad no conllevará sanción deportiva por alineación indebida.

“No hubo alineaciones indebidas de nadie. Ningún equipo actuó con dolo, hubo una confusión en lo que pasó. Los que jugaron en la jornada 1 y 2 lo hicieron con autorización”, dijo De María en declaraciones recogidas por

ESPN.com

.

Aunque como por la boca muere el pez, luego se contradice al decir que no hubo trampa y que la FMF no es responsable de sacarles las visas a los jugadores. Claro que no, pero sí de controlarlo. Y si no, ¿quién es responsable de velar por una justa y legal competición?

“Todos tienen que cumplir la ley, todo extranjero que quiera trabajar aquí tiene que conseguir permiso”, añade el funcionario mexicano en ESPN.com. “Por qué no se terminaron los trámites no lo sé, no soy el responsable de sacarles las visas a los jugadores. Siempre el iniciar un proceso te da la responsabilidad de terminarlo. No hay dolo porque se confiaba en que se concluyera el trámite. No hay dolo. La Liga MX avisó desde noviembre a sus agremiados y actuó de buena fe, por eso se les permitió arrancar así el torneo”.

El diario mexicano

El Universal

publica en su página web que 10 futbolistas extranjeros de nuevo ingreso participaron en la fecha inaugural del campeonato. De estos, sólo los colombianos Omar Vásquez y Wilberto Cosme, así como el peruano Juan Carlos Mariño (los tres del Querétaro), además del argentino Joaquín Larrivey (Atlante), no lo hicieron este pasado fin de semana en la segunda jornada ante los problemas de visado.

Por esa situación, el Cruz Azul aún no ha podido hacer debutar a Nicolás Bertolo (argentino) y Teófilo Gutiérrez (colombiano), el Atlas a Rodrigo Millar (chileno) y José Luis Chávez (boliviano), mientras que Santos al colombiano Andrés Rentería.

Los colombianos Osvaldo Henríquez y Cosme volaron a su país, mientras que Mariño y el brasileño Luis Apodi fueron a Perú a solucionar dicho problema, los cuatro son refuerzos del Querétaro.

Por su parte, el argentino Bertolo y el colombiano Gutiérrez, ambos de La Máquina, harán lo propio en Guatemala.

El caso de Chávez y Millar en el Atlas es curioso porque su presidente, Carlos Martín del Campo, sabiendo que están indocumentados, los hizo que entrenaran este lunes, es decir, los puso a trabajar, antes de que viajaran por la tarde a Estados Unidos a solicitar su permiso laboral para poder debutar en México.

Si ambos tienen éxito en la misión y alcanzan a hacer temprano el trámite, los dos refuerzos de los Rojinegros estarían debutando el sábado en la visita que harán a Tigres en el Estadio Universitario.

Todos los futbolistas que viven esta situación se encuentran fuera de México, para arreglar las visas de trabajo en el consulado de Guatemala, Miami, Colombia o Perú y así evitar que sean deportados, tal y como le sucedió al delantero argentino del San Luis, Mauro Matos.

Matos fue deportado y enviado a Argentina de vuelta en el mismo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México cuando intentaba entrar en el país para unirse a su nuevo equipo, quien no le explicó que todavía no había realizado los trámites para conseguirle su visa de trabajo, por lo que lo el jugador tuvo que padecer a la ‘famosa’ migra mexicana.

“Nos retuvieron ahí, nos trataron muy mal, como delincuentes, en un cuarto oscuro; nos sacaron los cordones de las zapatillas como delincuentes, incomunicados hasta que pudimos hacer un llamado para decir que estábamos bien”, relató el delantero al portal argentino 26 noticias.