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South African Olympic sprinter Oscar Pistorius appears on February 20, 2013 at the Magistrate Court in Pretoria. Pistorius battled to secure bail as he appeared on charges of murdering his model girlfriend Reeva Steenkamp on February 14, Valentine's Day. South African prosecutors will argue that Pistorius is guilty of premeditated murder in Steenkamp's death, a charge which could carry a life sentence. AFP PHOTO / STEPHANE DE SAKUTIN        (Photo credit should read STEPHANE DE SAKUTIN/AFP/Getty Images)
STEPHANE DE SAKUTIN / AFP/Getty Images
South African Olympic sprinter Oscar Pistorius appears on February 20, 2013 at the Magistrate Court in Pretoria. Pistorius battled to secure bail as he appeared on charges of murdering his model girlfriend Reeva Steenkamp on February 14, Valentine’s Day. South African prosecutors will argue that Pistorius is guilty of premeditated murder in Steenkamp’s death, a charge which could carry a life sentence. AFP PHOTO / STEPHANE DE SAKUTIN (Photo credit should read STEPHANE DE SAKUTIN/AFP/Getty Images)
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Por David Dolan y Peroshni Govender

PRETORIA –

Un testigo escuchó “gritos continuos” que provenían de la casa del atleta paralímpico Oscar Pistorius poco antes de que su novia muriera tras ser alcanzada por varios tiros, dijo el miércoles el detective que dirige la investigación en Sudáfrica sobre el asesinato.

El oficial Hilton Botha, un detective con 24 años en la fuerza, también dijo ante una corte de Pretoria que la novia de Pistorius, la modelo y licenciada en derecho Reeva Steenkamp, fue alcanzada por tres balas, en la cabeza, el codo y la cadera.

El detective también afirmó que la policía sudafricana encontró dos recipientes de testosterona y jeringas en el dormitorio de Pistorius, aunque la defensa del atleta niega el hallazgo.

Pistorius, un doble amputado conocido como el “Blade Runner” del atletismo, comenzó a llorar cuando Botha presentaba su testimonio sobre la muerte de Steenkamp, de 29 años.

Steenkamp estaba en el baño contiguo al cuarto de Pistorius cuando recibió los disparos a primera hora del jueves de la semana pasada, en el día de “San Valentín”.

El incidente ha conmocionado a Sudáfrica y a los millones de personas en todo el mundo que vieron los triunfos del atleta, un doble amputado que nació sin peroné en las dos piernas, como una historia inspiradora del triunfo sobre la adversidad.

“Uno de los testigos escuchó una pelea, dos personas hablando muy fuerte (…) entre las dos y las tres de la mañana”, dijo Botha a la corte. El primer llamado de Pistorius tras el incidente fue al encargado de seguridad del exclusivo complejo donde vive a las 3.19 am, destacó.

En una declaración jurada ofrecida el martes, Pistorius dijo que dormía con una pistola de 9 mm bajo la cama y que la tomó cuando se despertó en plena noche pensando que un intruso había escalado por la ventana del cuarto de baño.

El atleta de 26 años -el de más alto perfil en la historia de los Paralímpicos- describió después cómo disparó hacia la puerta cegado por el pánico, creyendo que el intruso estaba escondido en el baño.

Luego de cuatro horas de testimonios, la audiencia fue pospuesta hasta el jueves. Se espera que el proceso termine esta semana, después de que la fiscalía y la defensa hayan dado a conocer sus argumentos centrales.

Podrían pasar varios meses antes de que se llegue a un juicio. Si Pistorius es condenado por homicidio premeditado, afronta pasar el resto de su vida en la cárcel.

VERSIONES ENCONTRADAS

Botha, que llegó a la escena una hora después del hecho y halló a Steenkamp muerta en la parte de abajo de las escaleras, también dijo que la policía había encontrado municiones del calibre 38 sin licencia en la casa de Pistorius en un selecto complejo cerrado en el norte de Pretoria.

Además, sostuvo que los hechos fueron distintos al relato de Pistorius.

“Creo que él sabía que ella estaba en el baño y disparó cuatro veces a través de la puerta”, dijo el detective. Agregó que el ángulo desde el cual se hicieron los disparos a través de la puerta sugería que quien apretó el gatillo había intentado específicamente alcanzar a alguien.

Pistorius dijo que se movió sin sus prótesis, la razón por la que se sentía tan desprotegido, pero Botha destacó que los disparos fueron hechos de arriba hacia abajo, sugiriendo que el atleta las tenía puestas cuando disparó.

“Me parece que disparó hacia abajo”, remarcó.

El detective citó a un testigo que dijo que escuchó un disparo y que 17 minutos después se produjeron más disparos. Otro testigo habló de un disparo seguido de gritos y más disparos.

Tras fuertes cuestionamientos de la defensa de Pistorius, Botha estimó que la distancia entre los testigos y la casa del atleta era de unos 300 metros.

El abogado defensor Barry Roux también cuestionó la referencia de Botha a “testosterona”, diciendo que la sustancia hallada es un remedio legal.

No estaba claro la composición de la sustancia a la que se refirió la defensa, pero la testosterona es un agente anabolizante que está prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje.

El caso ha centrado la atención en la violencia endémica contra las mujeres en Sudáfrica tras la violación en grupo, mutilación y asesinato de una joven de 17 años en Ciudad del Cabo este mes.

Miembros de la Liga de Mujeres del Congreso Nacional Africano protestaron a las puertas del edificio, con pancartas que decían “Sin fianza para Pistorius” y “Que se pudra en la cárcel”.

El arresto de Pistorius sorprendió a los millones de personas que habían visto como el año pasado compitió en los Juegos Paralímpicos y Olímpicos, llegando en estos últimos a la semifinal de los 400 metros corriendo con prótesis de fibra de carbono.

Pero el impacto ha sido mayor en Sudáfrica, un país que adora el deporte, donde a Pistorius se le consideraba un héroe inusual, que ha trascendido las divisiones raciales 19 años después del fin del ‘apartheid’.

Sus patrocinios, entre los que se incluye el gigante de la ropa deportiva Nike, la empresa de telecomunicaciones británica BT, el fabricante de gafas de sol Oakley y el diseñador francés Thierry Mugler, estarían valorados en 2 millones de dólares al año.