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ATLANTA, GA - APRIL 08:  Head coach Rick Pitino of the Louisville Cardinals holds up the National Championship trophy as he celebrates with his players including Peyton Siva #3  (Photo by Andy Lyons/Getty Images)
Andy Lyons / Getty Images
ATLANTA, GA – APRIL 08: Head coach Rick Pitino of the Louisville Cardinals holds up the National Championship trophy as he celebrates with his players including Peyton Siva #3 (Photo by Andy Lyons/Getty Images)
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Los Cardinals de Louisville vencieron hoy por 82-76 a los Wolverines de Michigan en el partido por el título de la Final Four del baloncesto universitario de Estados Unidos y se proclamaron nuevos campeones nacionales de la NCAA.

El equipo dirigido por Rick Pitino, que este lunes también fue elegido como nuevo miembro del Salón de la Fama, volvieron a decidir en la segunda parte tras irse al descanso con parcial perdedor de 37-38.

Pero en la segunda parte, los Cardinals ante cerca de 80.000 espectadores que llenaron por completo las gradas del Georgia Dome, de Atlanta, fueron siempre superiores e impusieron su condición de favoritos como cabezas de serie número uno que llegaron a la competición del campeonato universitario.

Los Cardinals ganaron su primer título nacional desde 1986 cuando fueron dirigidos en Dallas por el legendario Denny Crum, mientras que para Pitino fue el segundo que consigue después de haberlo logrado por primera vez en 1996 con los Wildcats de Kentucky.

Pitino, exentrenador de los Knicks de Nueva York y los Celtics de Boston, también se convierte en el primer entrenador en la historia de la NCAA que logra dos títulos de campeón nacional con equipos diferentes después que ha llegado cinco veces a la Final Four.

El alero reserva Luke Hancock volvió a ser la gran figura del equipo al anotar 22 puntos (5-6, 5-5, 7-10), incluidos los cinco tiros de triple que hizo, dio tres asistencias, recuperó dos balones y capturó un tapón.

El base Peyton Silva también brilló en la dirección del juego al conseguir 18 puntos, seis rebotes, cinco asistencias y cuatro recuperaciones de balón.

Pero fue el alero Chane Behanan el que hizo la diferencia en el juego bajo los aros al aportar un doble-doble de 15 puntos y 13 rebotes, ocho fueron ofensivos.

La gran labor de estos tres jugadores hizo posible que los Cardinals consiguiesen el triunfo a pesar que el base Russ Smith no tuviese su mejor inspiración y lograse solo nueve tantos al fallar 13 de 16 tiros de campo.

Como sucedió en el partido de semifinal ante los Shockers de Wichita State que ganaron (72-68), los Cardinals tuvieron que remontar una desventaja de 12 tantos, esta vez en la recta final de la primera parte.

Hancock se encargó de anotar cuatro triples que abrieron el camino de la remontada con una racha de 14-1 que les pusieron momentáneamente por delante en el marcador 37-36 hasta que los Wolverines anotaron desde la línea de personal dos tantos que cerraron la primera parte a su favor (38-37).

Los Cardinals, que repitieron Final Four con un grupo de jugadores experimentados, aprovecharon las vivencias anteriores para que jugadores como Silva y el propio Smith supiesen mantener la calma y ayudar a superar las desventajas.

Pero fue Hancock, el gran amigo del base segundo año Kevin Ware, que no pudo jugar al sufrir una grave lesión ante los Blue Devils de Duke, el que hizo la diferencia para los Cardinals y fue elegido como el Jugador Más Valioso (MVP) del partido.

Ware estuvo sentado en el banquillo junto a sus compañeros, que al finalizar el partido le dedicaron el triunfo de ser los nuevos campeones nacionales como les había pedido antes de abandonar el campo con varias fracturas de la tibia de la pierna derecha.

Hancock ya fue el que lideró a los Cardinals ante los Shockers y también lo hizo ante los Wolverines, que volvían al gran partido de una Final Four por primera vez 1993 cuando lucharon por el título con los famosos Fab Five que dirigió el exentrenador Steve Fisher, que en 1989 había conseguido el título nacional.

Esta vez, el entrenador John Beilein, responsable de los Wolverines, no pudo conseguir el gran sueño con un grupo de jóvenes que están llenos de talento, pero a los que les faltó la experiencia que aportaron los Cardinals.

El base-escolta Trey Burke recuperó su condición de líder y lo demostró al aportar 24 puntos, cuatro rebotes y tres asistencias, mientras que el “freshman” reserva Spike Albrecht llegó a los 17 tantos, que no impidieron la derrota de los Wolverines.

El alero Glenn Robinson III y el escolta Tim Hardaway Jr. anotaron 12 tantos cada uno y completaron la lista de cuatro jugadores de los Wolverines que tuvieron números de dos dígitos.

Pero la gran celebración fue para los Cardinals, que este año también triunfaron con su programa de fútbol americano al ganar el Sugar Bowl y el equipo de baloncesto femenino también disputan mañana, martes, el título nacional a los Huskies de Connecticut.

Mientras que Pitino, a sus 60 años, fue el gran triunfador de una jornada inolvidable en su carrera al tener asegurado ya un puesto en el recinto sagrado de los mejores de todos los tiempos del baloncesto y dos títulos nacionales de la NCAA, que nadie antes había podido lograr con equipos diferentes.