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El base de los Wizards, Trevor Ariza, celebra tras anotar un triple ante los Chicago Bulls. GETTY
Win McNamee / Getty Images
El base de los Wizards, Trevor Ariza, celebra tras anotar un triple ante los Chicago Bulls. GETTY
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CHICAGO-

Hay muchas maneras de perder, pero de la manera que lo hicieron este domingo los

Chicago Bulls

no se puede tolerar.

Tu rival puede superarte porque juegue mejor que tu o tenga más fortuna, pero que te gane porque corra más y se faje por cada balón el doble que tu, entonces eso ya no es tolerable. Pero estos Bulls de los playoffs son muy mansos y no tienen nada que ver con lo mostrado durante la temporada regular.

Los Bulls quedaron al borde del abismo al perder hoy en Washington por 98-89 ante los Wizards en el cuarto partido de esta primera serie de playoffs de la NBA al mejor de siete partidos. Por tanto era un partido crucial donde los Bulls podían haber empatado la serie y recuperado el factor campo y que sin embargo se les escapó por falta de actitud, entre otras muchas cosas

Con esta derrota, los Wizards toman ventaja de 3-1 en la serie. Mientras que los Bulls quedan al borde del abismo. Una derrota más, y a la calle. El quinto partido es este martes en Chicago y ahí puede acabar todo. Los Bulls necesitan ganar tres partidos seguidos, dos de ellos en Chicago, para poder avanzar. Una empresa posible pero poco probable viendo lo mal que viene jugando el equipo.

“Estoy muy decepcionado de estar metido en un pozo como éste”, dijo Tom Thibodeau, técnico de los Bulls. “Yo soy el responsable y yo tengo que encontrar la solución. Tenemos que cambiar o nuestra temporada se nos va”

Los Bulls arrancaron dormidos y los Wizards, que salieron como motos, aprovecharon para endosarle un 14-0, tomar tranquilidad y el mando de un marcador que ya nunca soltaron. El equipo de Washington, que no hechó de menos al suspedido Nené, parecía los Miami Heat y Chicago un grupo de colegiales imprecisos y descompuestos a merced de su rival.

Chicago llegó a ponerse a cuatro puntos en el segundo cuarto y a ocho en el cuarto, después de ir perdiendo por 23 puntos, para dar algo de emoción, pero la respuesta de los Wizards era siempre inmediata y contundente.

Los Wizards también hicieron lo suyo de cara a la canasta. El buen momento de Trevor Ariza, con 6 triples y 30 puntos (nueva marca personal en playoffs), también influyó. Así como el doble-doble de John Wall con 15 puntos y 10 asistencias o la lucha del gigante polaco Gortat (17 puntos y 6 rebotes) bajo tableros. Pero las 16 pérdidas de balón de los Bulls, por sólo seis de los Wizards. Y el 8 de 19 en triples de los Wizards por el 4 de 19 de los Bulls, fueron lo que al final sentenció el partido. Claro, sin olvidarnos tampoco de la diferencia de adrenalina que uno y otro equipo le pusieron al partido.

Joakim Noah, flamante mejor Defensa del Año, es una sombra de lo que era. A Kirk Hinrich no le entra nada (3-12) y es una máquina de perder balones (4). Carlos Boozer sigue tan frío como siempre, Jimmy Butler está perdido y D.J. Augustine tampoco carbura. Tan sólo Taj Gibson da la cara. Y así es imposible. Sobre todo si el rival además te supera en ganas por ganar.

Gibson fue el máximo anotador del partido con 32 puntos y 7 rebotes. Mientras que Butler sumó 16 puntos y Noah un doble-doble de 10 puntos y 15 rebotes, así como tres pérdidas.

Los Wizards están muy cerca de ganar tan sólo su tercera serie de playoffs desde 1970. Y parece que los Bulls se le da muy bien, ya que la última vez que ganaron una serie fue en 2005 ante los Bulls.

“Seguimos arrancando igual de mal los partidos y eso es frustrante”, dijo tras la derrota Gibson. “Parece como que muchas veces estamos demasiado confiados de que somos lo suficientemente buenos y que todo irá bien. Pero en esta liga no se trata de qué tan bueno eres, sino de qué tan duro y mucho te esfuerzas cuando arrancas los partidos. Y eso no lo estamos haciendo”.