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CHICAGO –

La

NFL

no para de sorprendernos y sus jugadores de avergonzarnos. Lo último: Los

Baltimore Ravens

despidieron sorpresivamente este lunes a su corredor estelar Ray Rice y la NFL lo suspendió indefinidamente por un caso de violencia doméstica.

La Liga había sancionado a Rice con dos partidos por golpear en febrero a su prometida en un ascensor hasta dejarla inconsciente. El pasado fin de semana el jugador ya cumplió con el primer partido de castigo, pero al mismo tiempo la cadena TMZ reveló un vídeo en el que se puede observar todo lo que sucedió entre Rice y su pareja, reviviendo la polémica. Las consecuencias fueron rápidas porque tanto los Ravens como la NFL despidieron al jugador en menos de 24 horas.

Pero… ¿Por qué los Ravens no lo despidieron desde el principio?

Es algo que no se entiende porque nada ha cambiado. O quizás porque como dice el refrán: ‘Ojos que no ven, corazón que no siente’.

Las imágenes son realmente duras y nos transporta hasta la prehistoria humana, donde el hombre le daba un estacazo a la mujer y se la llevaba arrastrando a la cueva por los pelos. Algo parecido hizo Rice, pero en un ascensor y sin estaca, sino a puño limpio. Seguro que los Ravens y la NFL ya habían visto el famoso video, pero al ser ahora público ya no pudieron proteger más a su estrella tres veces Pro Bowl.

Pero… ¿Por qué la NFL sólo lo había castigado con dos partidos?

Ese era una de las grandes ironías de la política disciplinaria de la liga, que castigaba con más dureza fumar marihuana, tener un tatuaje ilegal, las peleas de perros o comer una barra de proteína no listada en la NFL que la violencia doméstica.

A raíz del caso Rice la NFL acaba de endurecer dichos castigos a seis partidos la primera vez y la expulsión la segunda vez. Mandando además un comunicado a todos los equipos diciendo que: “La violencia doméstica y la agresión sexual son inaceptables. Son delitos. Nunca son aceptables y no son tolerados en la NFL bajo ninguna circunstancia”.

¡Increíble pero cierto! Mucho ha tardado la liga en comunicar algo tan obvio, por lo que sólo nos queda decir que más vale tarde que nunca.

La realidad de todo esto es que la NFL tiene un problema muy grave en sus manos. Yo diría que una auténtica bomba porque desde que arrancó el 2013 la lista de arrestos de jugadores se ha disparado. Desde Rolando McClain a Evan Rodríguez pasando por Aaron Hernández, casos que realmente empañan el deporte más popular en Estados Unidos.

El caso de la violencia doméstica también viene desgraciadamente aumentando a pasos agigantados. El ala defensivo de los Panthers Greg Hardy, el apoyador de los Cardinals Daryl Washington, el receptor de los Jets Quincy Enunwa y ahora Rice son los últimos de esta plaga que hay que erradicar.