CHICAGO –
El gerente general de los Chicago Bears, Phil Emery, y el entrenador en jefe, Marc Trestman, fueron los primeros en ser despedidos este lunes en la operación limpieza que acaba de empezar el equipo tras acabar una más que decepcionante temporada de 2014.
Los Bears tenían como objetivo este año volver a pelear por el título divisional de la NFC Norte, volver a los playoffs y pelear por llegar al Super Bowl. Para ello se reforzaron bien, sobre todo en defensa. Sin embargo el resultado ha sido tremendamente decepcionante.
Los Bears han terminado con marca de 5-11, últimos en la división, sólo han ganado dos partidos en casa, eliminados de la carrera por llegar a los playoffs con muchísima antelación y han cerrado la campaña con cinco derrotas seguidas. Y sobre todo, con un mariscal como Jay Cutler que ha vuelto a demostrar que no está a la altura y que es incapaz de liderar al equipo a las cotas que se habían trazado. Y para colmo, y a pesar de las muchísimas críticas y desconfianza que había levantado los últimos dos años, en enero se le renovó por siete años y $126 millones, con $54 millones garantizados. Así que ahora además los Bears se quedan con una patata caliente muy difícil de quintarse de encima ya que el costo podría ser altísimo.
Conclusión, el dueño del equipo, George H. McCaskey, ha perdido la paciencia y ha despedido a los dos máximos responsables de este desaguisado, por lo que ni 24 horas después de terminar la temporada, se anunciaba que Emery y Trestman se iban a la calle. Siendo esta la primera vez además que McCaskey, que tiene fama de paciente y cauto, despide a un entrenador al que todavía le quedan dos años de contrato en vigor.
Trestman, con 32 partidos dirigidos, es el segundo entrenador que menos tiempo ha estado al frente de los Bears en toda su historia. Sólo superado por Paddy Driscoll que dirigió 24 partidos en 1956-57.
“Quiero darle las gracias a Virginia, George y la familia McCaskey, Phil Emery y Ted Phillips por darme la oportunidad de ser entrenador de los Chicago Bears. También quiero agradecer a todos los entrenadores y jugadores que dieron todo lo que se les pidió en estos dos años. Tengo mucho respeto por esta organización. Chicago es una ciudad especial con unos aficionados fantásticos. Agradezco el cálido apoyo que mi familia y yo hemos recibido”, dijo Trestman en un comunicado.
Emery se marcha tras tres años en el cargo en los que no ha podido armar el equipo competitivo que se le encargó. Mientras que Trestman se va tras dos años dirigiendo al equipo donde ha cosechado marca de 13-19 y en donde nunca pudo implantar ese juego ganador del que venía avalado de la liga canadiense, donde ganó varios campeonatos. La defensa en estos dos años han sido las peores en rendimiento en la historia de los Bears y en ataque nunca pudo sacarle todo el jugo a un equipo que estaba para mas. Recomendar la renovación de Cutler seguro que también le ha pasado factura a Trestman. Mientras que en el despido de Emery, además del tema Cutler, el ser responsable de traer a Trestman, también ha influido en su despido.
“Siento que el equipo no haya podido ganar más partidos para haber podido seguir en el cargo”, dijo Emery este lunes en rueda de prensa. “Es tiempo de hacer cambios y seguir adelante”.
Dos después, los Chicago Bears vuelven a entrar en una Noche Vieja buscando nuevo entrenador, aunque esta vez aumentado porque también se busca gerente general.
La limpia ha empezado y no solo en los despachos se vienen cambios. El equipo necesita sobre todo tranquilidad y evaluar muy bien los jugadores que terminan contratos, que son varios e importantes. El centro mexicoamericano Roberto Garza ha sido recientemente renovado por una temporada mas, pero todavía queda mucho trabajo por delante. Aunque la prioridad ahora es encontrar un gerente general y un entrenador para empezar a realizar los fichajes y arrancar un nuevo proyecto como equipo.
Las listas para ambas posiciones son grandes y con nombres ilustres, así que hay que esperar acontecimientos ya que la caza ha empezado y no debe tardar mucho en empezar las presentaciones.
