CHICAGO –
El entrenador de los
, Tom Thibodeau, y los jugadores ya se han cansando de tantas derrotas y bonitas explicaciones. Por lo que han explotado para finalmente tomar el toro por los cuernos.
Los Bulls van en picada, llevan una racha de dos derrotas, han perdido los tres últimos partidos en casa y seis de los últimos ocho partidos. Y lo que es peor, sus derrotas suelen por palizas y ya cualquiera le anota 100 o más puntos.
“Todo el mundo tiene que estar en la misma página. Hasta que eso no ocurra, van a seguir pateándonos el trasero”, dijo
tras la derrota el lunes en Cleveland. “No nos comunicamos cuando estamos jugando. Todo el mundo está parado. Tenemos que esforzarnos mucho más. Parecemos un equipo que no es competitivo, y eso es irritante”.
El técnico, Tom Thibodeau, canceló el entrenamiento del pasado lunes, algo que no es normal pero que posiblemente sea para darle un respiro mental y físico a sus jugadores, tras el desgaste que conlleva tres partidos en cuatro días y cinco en ocho.
“Tenemos que decir cuándo es ya suficiente. Ahora mismo no estamos jugando como equipo. No estamos concentrados. No estamos haciendo nuestro trabajo y tenemos que cambiar eso”, Thibodeau. “Ya se acabo el tiempo de hablar y hay que demostrarlo en la cancha”.
Todos en los Bulls está deseando que llegue el parón del All-Star (13 al 15 de febrero) para reagruparse, ganar tiempo con los lesionados y salir a flote. Pero mientras tanto el calendario no da tregua y este jueves llega al United Center nada menos que los campeones San Antonio Spurs del argentino Manu Ginóbili.
Bulls y Spurs chocarán compartiendo el mismo récord de 27-16 pero con un presente muy diferente. Mientras Chicago está en plena crisis y hundimiento, San Antonio llega en buen momento y auge al ganar sus últimos cuatro partidos y ocho de los últimos diez.
Aunque ganar a los campeones podría ser un gran estímulo y suponer un punto de inflexión para que definitivamente los Bulls salgan de la crisis y sean el equipo que todos esperan ver.
