ARGENTINA –
La final del fútbol americano el pasado domingo tuvo cinco claves que muestran más allá de la celebración de los Patriotas. Lo que no se vio y se omitió en una definición histórica del
XLIX.
La defensiva de los Seahawks
En un partido tan friccionado, con tantos nervios en el ambiente y en una circunstancia tan decisiva como es un Super Bowl, por lo general, los equipos demuestran su mejor potencial luego del medio tiempo. Sin embargo, la defensiva de Seattle nunca apareció y dejó que la ofensiva de los Patriotas sacara provecho de la libertad para lanzar de Tom Brady, quien solamente fue capturado una vez en manos de Bruce Irvin. Encima, los Halcones Marinos tuvieron que lidiar con la salida de Jeremy Lane, puesto que fue usurpado por Tharold Simon, quien sufrió la súper energía que tenía Julian Edelman. No se le quita mérito a las dos intercepciones, pero dejar escapar una diferencia de 10 puntos en el último cuarto, es un caro precio pagado. Fallaron cuando no debían hacerlo.
LeGarrette Blount
El corredor de los Patriotas tan solo dio 14 acarreos durante todo el encuentro para un total de 40 yardas (2.9 por acarreo). Fue impensado que este “Factor X”, porque realmente no sabíamos como iban a manejar la ofensiva los Patriotas, estuviera tan apagado. Un arma que bien podría haber explotado el equipo de Nueva Inglaterra, que corrió el balón 57 yardas, ante las 162 de Seattle.
Sin ataque aéreo
Cuando Rusell Wilson se disponía a lanzar y hacer jugar a sus receptores, realmente Seattle sacaba provecho. Eso sin contar la última jugada. 12 de 21 para 247 yardas las que cosechó el mariscal de los Halcones. Sin dudas, el juego terrestre de Marshawn Lynch fue lo más productivo y más notorio en la previa. Entonces, ¿por qué no utilizar a los alas cerradas, si la idea de Nueva Inglaterra era centrarse en Lynch? Fue todo predecible en el comienzo y hasta el final. Corrieron cuando no se debía y lanzaron en momentos innecesarios. Un error importante que se refleja en el marcado definitorio.
Sin Mayweather y Pacquiao
Si había otro motivo para observar los tan famosos y extremadamente millonarios anuncios del medio tiempo, era saber si se plasmaba la tan esperada pelea entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao. Aquellos que adoran el noble arte de los puños sabían que la confirmación del combate podría darse en el espectáculo de medio tiempo. Sin embargo, otro fracaso más de las negociaciones entre el estadounidense y el filipino. Seguimos aguardando porque nos mostraron consejos valiosos, autos, comidas, bebidas, pero nada de boxeo. Será en otro momento, y quizás, en otra vida.
Malos perdedores
El final se vio empañado por una pelea entre Halcones Marinos y Patriotas cuando el tiempo se consumía y dejaba en evidencia el titulo para Nueva Inglaterra. Tras un offside de la línea defensiva de los Halcones, la batalla entre ambos equipos se consumió y con ella llegaron los golpes. Bruce Irvin lanzó un puñetazo al rostro de Rob Gronkowski por lo que fue expulsado del partido. Aunque la circunstancia no pasó a mayores, este incidente manchó un final excitante y emocionante que nos regaló este Super Bowl XLIX.