GUADALAJARA –
Dos conocedores del pancracio mexicano, el Hijo del Santo y el Satánico, consideraron que la empresa organizadora del festejo en que muere el Perro Aguayo Jr. tiene responsabilidad en el deceso.
Pedro Aguayo Ramírez, conocido como el
, cayó inconsciente sobre las cuerdas en una función nocturna efectuada el sábado en Tijuana, aparentemente tras recibir una patada voladora de Rey Mysterio Jr.
La
continuó por casi dos minutos antes de que el réferi y los otros luchadores se dieran cuenta de la gravedad de la lesión de Aguayo y fueran a asistirlo. El gladiador, de 35 años, fue llevado al hospital a una calle de distancia, donde falleció alrededor de la 01:30 horas, de acuerdo con Raúl Gutiérrez, vocero de la procuraduría del estado de Baja California.
Tras el fallecimiento, la Procuraduría Estatal informó que la causa de la muerte fue un traumatismo al cuello y fractura cervical, y se ha iniciado una investigación sobre un posible homicidio imprudencial.
Para el Hijo del Santo, quien heredó el nombre del luchador más famoso en la historia de México, la lesión pudo ocurrir antes del desenlace fatal.
“Es difícil saber el momento exacto, pero yo veo dos posibilidades. Una que no se ha mencionado mucho es que pudo haberse lesionado al golpearse con las cuerdas. Recordemos que están hechas de acero y en algunos rings la tensión puede ser mucha y un golpe ahí puede dañarte severamente”, opinó el enmascarado de plata.
“Lo otro, es que yo sabía que él ya tenía lesionadas las cervicales y seguía luchando así. Quizá en el momento que sale del ring se lesiona al caer y ya al subir no era el mismo, como todos pudimos ver”, agregó el Hijo del Santo, quien era el padrino de primera comunión de Aguayo.
El Satánico dijo que se debe proteger al peleador.
“Creo que tiene que ser más rápida la atención médica, y sobre todo, están los promotores, y perdón que lo diga porque se me van a echar encima, que limiten un poco el accionar arriba del cuadrilátero, ahorita están arriesgando la vida con unos lances tremendos, está comprobado que el elemento de la nueva generación quiere puro lance, no sabe nada de lucha a ras de lona, llaveo contra llaveo, entonces lleva este riesgo”, comentó el luchador que acudió el domingo al funeral del líder de los Perros del Mal.
Siempre existe el riesgo
En la lucha libre siempre existe el riesgo de muerte aseguró Mario García Orozco, médico y amigo de la familia Aguayo Ramírez.
¿Hubo negligencia o se tiene que hablar sólo de un accidente que se da en este deporte?
“Yo no quisiera hablar de negligencia en un momento determinado porque no estuve ahí, yo hablo lo que a mí me consta. Que es lo que se puede ver en los videos”, aclaró el doctor.
“Hablar de negligencia es muy aventurado. Todos saben que están en la lucha libre que el riesgo de muerte, la vida está llena de accidentes imponderables”.
El médico consideró que sí se hizo todo lo posible por darle la atención médica al Hijo del Perro Aguayo, luego de que éste se quedara inerte en la tercera cuerda del ring, sin embargo nunca le pusieron el collarín de rigor, y por el contrario, fue sacudido para tratar de que reaccionara.
Ante la falta de camillas, sacaron al Hijo del Perro Aguayo del cuadrilátero en un tablón de madera.
García Orozco, quien llegó a operar al Perro Aguayo padre de la columna cuando éste era luchador, destacó que la promotora The Crash tenía en orden los protocolos de seguridad.
Falta atención en las arenas
La atención médica oportuna en la arenas de lucha libre es una realidad.
Tres luchadores de Monterrey que prefirieron el anonimato por temor a represalias de los promotores, aseguraron que en las plazas luchísticas de la Ciudad la mayoría de las ocasiones no cuentan con doctor y menos con ambulancia.
La Arena Coliseo, la José Sulaimán, dos de las catalogadas grandes de la Ciudad, y otras con menos capacidad de público, como la Unidad Deportiva Mezquital, Terraza Elma y Jaguar carecen de servicios médicos, aseguraron.
“Ni médico ni ambulancia, no hay nada. Te digo, si vienen luchadores de México (de Triple A y Consejo Mundial de Lucha Libre CMLL) es cuando hay, pero tienen que venir muchos luchadores de la Capital para que haya doctores”, dijo uno de los colosos consultados.
“Pero si no viene nadie, le rogamos a Dios que no nos pase nada y si nos llegamos a lesionar, la mayor parte de las veces tenemos que atendernos por nuestro lado”, añade.