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El tenista español Rafael Nadal, que no anda en su mejor momento, encara el compromiso de su mejor torneo, el Roland Garros, donde es el rey de los últimos años. Getty
David Banks / Getty Images
El tenista español Rafael Nadal, que no anda en su mejor momento, encara el compromiso de su mejor torneo, el Roland Garros, donde es el rey de los últimos años. Getty
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CHICAGO –

En su autobiografía “La mente de un campeón”, el legendario Pete Sampras dijo que después de perder la semifinal del Abierto de Australia contra Patrick Rafter en 1998 que lo único que quería era que el propio Rafter ganara la final. “Por supuesto que yo quería que Rafter ganara…” dijo Sampras. ” A pesar de que me ganó, un tenista siempre quiere que el que lo derrotó a uno, sea el campeón del torneo. Es una muestra de respeto y es una señal que bueno…, por lo menos perdí contra el campeón del torneo”.

Con esta misma lógica, lo peor que le puede pasar a un tenista es que su verdugo pierda en la siguiente ronda. Eso no es raro que ocurra cuando, por ejemplo, un Lukas Rosol vence a

Rafael Nadal

(Wimbledon 2013), y es derrotado en la siguiente ronda. Este fenómeno algunos lo llaman “la cruda del siguiente día”. Es decir, tanta es la emoción de vencer a alguien del ‘pedigree’ de Nadal que al otro día no pueden mantener el nivel.

Esto también ocurrió hace un par de semanas con Fabio Fognini. El italiano le ganó a Nadal en el torneo de Barcelona y al día siguiente fue derrotado por Pablo Andújar. Por si fuera poco, Andújar fue derrotado por Nishikori en la final, así que Nadal perdió en los cuartos de final contra el que perdió en la semifinal contra el que perdió en la final. A final de cuentas a Nadal le importa un pepino quien le ganó, Rafa es muy disciplinado en su juego para estarse preocupando por eso. Pero esta vez es diferente.

Fognini (número 30 del mundo) derrotó a Nadal hace un mes en Río de Janeiro (Fognini perdió con Ferrer al día siguiente). Asimismo, el hecho de que Nishikori se haya quedado con el título de Barcelona – que por cierto también ganó el año pasado- pone a Rafa en una situación muy difícil para el torneo de arcilla por excelencia, el abierto francés de Roland Garros. A nadie le gustaría ver a Rafa tener que enfrentar a Murray en los cuartos y a Federer en la semifinal solo para tener el derecho de jugar la final con Djokovic.

Rafa también ya perdió este año con Michael Berrer (alemán de 34 años y 130 del mundo) en Catar y con Tomas Berdich en Australia. Antes de este partido Nadal le había ganado al checo 17 veces consecutivas.

“Creo que todos queremos ese trofeo”, comentó Djokovic.

Rafa lo ha ganado en nueve de los últimos 10 años, y esto hace que el trofeo sea aún más cotizado cuando ‘la bestia’ está herida. A nadie le preocupan las primeras rondas, pero si Rafa quiere superar las últimas rondas, va a tener que encontrar el juego que perdió hace unos meses en Brasil.