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LeBron James (23) jugó hasta el agotamiento en la tercera victoria de los Cavaliers sobre los Hawks este domingo en las finales de la Conferencia Este de la NBA. Getty
Gregory Shamus / Getty Images
LeBron James (23) jugó hasta el agotamiento en la tercera victoria de los Cavaliers sobre los Hawks este domingo en las finales de la Conferencia Este de la NBA. Getty
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CHICAGO –

LeBron James

arrancó pésimo el tercer partido ante los Hawks de Atlanta, pero aún así, le sobró tiempo y talento para terminar siendo el héroe de la noche de los

Cavaliers

este domingo en el Quicken Loans Arena de Cleveland. Esa es la diferencia entre los grandes y los geniales jugadores, que incluso en un día malo, son capaces de ser claves y hacer mejores al resto de sus compañeros.

James, que falló sus primeros 10 lanzamientos a canasta, terminó sumando 37 puntos, 18 rebotes, 13 asistencias y seis pérdidas en 47 minutos para liderar a los Cavaliers a la victoria por 114-111, con prórroga incluida, sobre los Hawks.

Con esta victoria los Cavaliers se ponen 3-0 en esta serie final de la Conferencia Este al mejor de siete. Quedando a un solo paso de avanzar a la segunda final de la

NBA

en toda su historia. Su única aparición fue en 2007, cuando también liderados por James, cayeron barridos 4-0 ante los San Antonio Spurs.

Ningún equipo en la historia de los playoffs ha logrado levantar un 3-0 adverso, así que los Cavaliers ya pueden ir pensando en prepararse para su regreso a las finales, donde seguramente les toque enfrentarse a los Golden State Warriors, que también dominan su serie 3-0 ante los Houston Rockets.

Pero los Cavs primero tienen que cerrar su serie ante los Hawks y su primera oportunidad para hacerlo será este martes nuevamente en Cleveland.

El ‘Rey’ LeBron, que sumó el domingo su decimosegundo triple-doble y llegó a los 4,782 puntos para arrebatarle a Karl Malone (4,761) la sexta posición de los máximos anotadores de la historia, buscará este martes su quinto viaje consecutivo a las finales.

El pasado domingo Atlanta dio pelea hasta los últimos segundos pese a perder a Kyle Korver por lesión y al dominicano Al Horford, expulsado en la primera mitad. Incluso tuvieron la posesión para ganar tanto en el tiempo regular como en la prórroga, pero fallaron. Algo que no hicieron los Cavaliers, que sin los lesionados Kevin Love y Kyrie Irving, no perdonaron gracias a James, quien exhausto y medio lesionado, sentenció el partido y la seguramente la serie.

“Simplemente no nos dejó perder”, comentó el entrenador de los Cavs, David Platt.

James, que al final del partido cayó de rodillas y golpeó el suelo con la palma de la mano, terminó agotado y doliéndose de la pierna derecha. Incluso pidió el cambio en la prórroga, aunque al final cambió de opinión.

“He jugado hasta el agotamiento”, dijo James. “He dado todo lo que podía y a veces el cuerpo no puede. En la prórroga pedí salir del partido, pero lo pensé dos veces”.

“Estoy jugado por muchas cosas, pero eso no importa. Si me pongo el uniforme y estoy en la cancha, tengo que hacer cosas para mi equipo, así de simple”, añadió James, cuya meta este año es ganar el anillo con los Cavaliers. Algo que cada vez está más cerca.