CHICAGO –
El equipo de Aguascalientes, uno de los grandes de los últimos años en el
de Aurora, al oeste de Chicago, es un fiel reflejo de las ligas locales.
Con ese nombre, sus estrellas se presentan los domingos en la Liga de Campeones de Aurora que ya han ganado varias veces. Pero varias de esas estrellas son también la base del Atlético Nacional, actual campeón de la liga CLASA. Y a veces la base de los dos equipos -Aguascalientes y Atlético Nacional- no puede estar en dos partidos al mismo tiempo.
El pasado domingo varios del grupo, entre ellos el ex profesional Mario Piñón, jugaron a la 1:00 de la tarde en la calle 147 y Ridgeland, al sur de Chicago, para Atlético Nacional por el torneo de CLASA ante el Valladolid.
Casi a la misma hora, a las 12:00 del mediodía, el resto del grupo jugó para el Aguascalientes -con sólo ocho hombres en la cancha- y rescató un empate a dos goles frente al equipo de Amistad Latina por el torneo de Aurora.
Eduardo Rodríguez, uno de los jugadores de Aguascalientes, dio su versión sobre la situación: “A veces los horarios no se prestan para venir siempre y (al faltar jugadores) hay que hacer doble o triple esfuerzo para tratar de hacer las cosas bien, pero es mucho desgaste y demasiado esfuerzo”.
‘Lalo’ Rodríguez, por supuesto, es el mismo que fue campeón de México con el Morelia, con quien jugó una Copa Libertadores, y quien también disputó un Mundial juvenil con compañeros como Rafa Márquez.
Entre los ocho jugadores que sí estuvieron el domingo en la cancha para Aguascalientes hubo algunas figuras como Luis Panduro, a quien algunos señalan como ‘el mejor portero de Aurora’. “Estuve en las fuerzas básicas del Atlas y después jugué dos años en tercera división en Relámpagos del Manantial, de Ciudad Guzmán”, comentó Panduro. “En CLASA jugué en La Garita y La Esperanza y ahora solo juego aquí en Aguascalientes porque la familia ya no da tanto tiempo”.
Entre las promesas del Aguascalientes hay otros conocidos del fútbol local como Luiz Montoya, quien juega en el Morelia de CLASA y representa al equipo de Dominican University. Montoya es el mismo que se consagró campeón de invierno en Chitown con el TMT (The Money Team), un equipo de grandes estrellas integrado por Antonio Aguilar, el ‘Messi local’ del Atlético Nacional, y Derek Huffman, goleador del Morelia. También fue campeón tres temporadas seguidas con el Michoacán en la liga Mexsol de Calumet al sur de Chicago.
La Academia, el futuro de Aurora
La USA Academy es un equipo de juveniles con una larga tradición en el fútbol de Aurora. Dirigida por el ex profesional argentino
, quien jugó en su país además de Uruguay, Estados Unidos y Canadá, la Academia ha formado a varios jugadores que luego obtuvieron becas universitarias a través del fútbol.
Uno de los mejores productos de la academia es el volante Luke Howland-López, quien pasó este año jugando en las fuerzas básicas del Sporting de Gijón en España y el pasado domingo jugó un rato con el equipo para no perder su estado.
“Mi agente está hablando con el Gijón para ver si me quieren allá de regreso y si me firman otra vez”, señaló Howland-López. “Estoy esperando y la próxima semana tendré novedades; me siento bien con respecto a la situación pero en esto nadie te regala nada”.
De vacaciones en Chicago y mientras aguarda novedades de España, Howland-López continúa entrenando diariamente con Sementuch, quien con su particular humor le ayuda a olvidar la seriedad del fútbol europeo. “No vas encontrar a un entrenador como Daniel en ningún lugar del mundo”, indicó el juvenil del Gijón con una sonrisa.
Además de Howland-López, en la academia hay varios muchachos que juegan en clubes de ‘Travel’ o alta competencia y prometen llegar lejos. Lo increíble del caso es que todos ellos son juveniles que juegan en la Primera División de la Liga de Campeones de Aurora contra adultos. Esta estrategia de jugar contra hombres ya formados ha dado grandes resultados con los años y ha preparado a los chicos para grandes desafíos.
En el partido que USA Academy ganó el domingo por 4 a 3, por ejemplo, el portero fue Iván Burciaga, un chico de 15 años, y en la defensa estuvo Brandon Campos, de apenas 14 años. Enfrente estuvo el equipo de Guanaceví Durango, integrado por jugadores adultos que casi doblaban la edad de los muchachitos de la academia.
“Cuando juegas contra jugadores que vienen de México (ex profesionales) se pone difícil”, reconoció Jonathan Estrada, de 14 años y estudiante de la secundaria de Peotone. “Pero nosotros pensamos que siempre se puede, esa es la mentalidad”.
El delantero Franco Rota, de 16 años, quien también juega para el Chicago Fire South, resumió la idea del equipo a la hora de enfrentar adultos: “Daniel (Sementuch) siempre nos dice que movamos la pelota y busquemos espacios, y que dejemos el corazón en la cancha. Tenemos que jugar simple contra jugadores más grandes, es siempre un reto divertido”.