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BARCELONA –

Las tendencias en la

NBA

van alternándose con el paso de los años y ahora vivimos un momento en el que la figura del ala pívot abierto es fundamental.

Los Golden State Warriors, los actuales campeones, llevaron en las pasadas Finales el conocido small ball a su máxima expresión. Con un Andrew Bogut testimonial, Draymond Green pasó a ser el pívot del equipo y Andre Iguodala ocupó la posición de 4. Un movimiento que cambió el devenir de la serie cuando todo parecía controlado por los Cavaliers y que aupó a los de Steve Kerr a lo más alto de la

NBA

.

Pero no solo estos Warriors han dominado a base de jugadores sobre el papel bajitos. Los San Antonio Spurs, campeones en 2014, pese a empezar la final con la dupla Tiago Splitter – Tim Duncan, modificaron su manera de jugar introduciendo a Boris Diaw, que terminó siendo clave en el triunfo de los de Texas. Más claro aún es el ejemplo de los Miami Heat, vencedores en los años 2012 y 2013, que tuvieron a LeBron James como estrella jugando muchos minutos como ala pívot y aprovechando sus condiciones de alero para superar a sus defensores en el puesto de 4. Incluso los Dallas Mavericks cuando ganaron en 2011 lo consiguieron gracias a otro ala pívot acostumbrado a vivir lejos del aro: Dirk Nowitzki.

Hay que retroceder hasta las Finales del 2010 para encontrar dos equipos en los que la figura de los hombres grandes fuese clave. En los Boston Celtics, Kevin Garnett y Kendrick Perkins formaban el juego interior de los verdes, mientras que en los Lakers eran Pau Gasol y Andrew Bynum quienes impartían justicia en la zona californiana. Cuando a finales de octubre empiece la nueva temporada de la NBA, ya hará cinco años del último anillo de un equipo que contó con dos hombres grandes que representaban la figura del clásico juego interior como arma principal.

Todo esto viene a merced de las palabras de

Joakim Noah

de hace unos días, donde dijo que este año sí podrían extraerse conclusiones sobre si el binomio Noah –

Pau Gasol

está capacitado para ser campeón. El francés jugó con problemas físicos durante todo el curso anterior y ese aspecto mermó muchísimo las prestaciones defensivas de los

Chicago Bulls

. Esta nueva temporada se presenta como un reto para Noah, Gasol, y sobre todo, el técnico Fred Hoiberg, que será el encargado de hacer funcionar un sistema que ya parece en desuso.

Si en el histórico de campeones se observa la tendencia a abandonar el 4 clásico en favor de un ala pívot abierto, esta es también la tónica dominante entre los finalistas de conferencia de la temporada pasada. Los Warriors con Draymond Green y Houston con la figura del ahora jugador de los Clippers Josh Smith, utilizaron sistemas con cuatro jugadores abiertos. Y en el Este la situación es muy similar. Los Atlanta Hawks brillaron porque tanto Paul Millsap como Al Horford podían jugar lejos del aro, mientras que en Cleveland acabaron apostando por LeBron como ala pívot.

Ha pasado más de 20 años desde que Ralph Sampson y Hakeem Olajuwon dominaron la liga a su antojo. También ha pasado una década desde que Tim Duncan y David Robinson se exhibieran por las pistas de la NBA. Sobre el papel la dupla Joakim Noah – Pau Gasol representa un modelo desfasado que debería tener muchos problemas para pelear de tú a tú contra equipos que apuestan por jugar con cuatro bajitos. En la figura de Hoiberg recae la responsabilidad de romper esta tendencia y demostrar que, de nuevo, se puede ganar un anillo con dos jugadores que rozan/superan los siete pies.

Pretemporada

Chicago Bulls – Milwaukee Bucks

Día

: Martes 6 de octubre

Hora:

7pm CT (CSN)

Estadio:

United Center, Chicago