CHICAGO –
Uno de mis amigos argentinos me platicaba hace tiempo que no entendía porqué en México
no era idolatrado.
“Con todo respeto…” me decía el flaco, “
no ha tenido muchos futbolistas que han destacado como Hugo a nivel internacional, ganó el Pichichi y en su época era el mejor jugador nada menos que del Real Madrid”.
Cinco Pichichis de máximo goleador de España, le aclaré. Además no olvidemos que como entrenador ganó dos títulos con el club que lo vio nacer, los Pumas de la UNAM.
El problema con ‘Hugol’ es que por mucho tiempo mantuvo una arrogancia en la cancha que le permitió ser muy exitoso. Esa arrogancia la llevaba fuera de la cancha y el público se lo perdonó porque los éxitos como representante de Mexico eran de sobra. Pero cuando los éxitos dejaron de venir el público se cansó de su personalidad.
Cuando dirigió la selección de México tenía actitudes que gente cercana me comentaban que eran incomprensibles, pues quería tener un control completo de la selección de pies a cabeza con una obsesión que más que beneficiar al equipo nada más alimentaban su ego.
Hoy Mexico tiene una docena de jugadores en Europa, y quizá
es el que más nos ha dado de qué hablar. Desde que lo contrató el Manchester United con quienes tuvo un desempeño bastante bueno, su paso por el Real Madrid (donde cumplió con su trabajo), su regreso con los Red Devils (donde su puntería le falló por unos meses), hasta su actual estancia con las ‘aspirinas’ del Bayer Leverkusen, donde ha anotado 8 goles en sus 13 partidos jugados.
Guardando distancias con Hugo, pues las posibilidades que el ‘Chicharito’ gane un título de goleo son muy pocas, el oriundo de Guadalajara ha sabido ser todo un ejemplo a seguir. Se esfuerza hasta el último gramo en todos los minutos que juega. Trabajo duro durante los entrenamientos y es un caballero a la hora de los autógrafos. Con la prensa es amable y da siempre el tiempo justo. Agradece la oportunidad que el todopoderoso le da de jugar, y de vivir: cosa que inspira hasta los que no son muy religiosos.
Cierto, sus goles no son de ‘chilenita’ ni tiene el mismo tiro de larga distancia que Hugo; hay quien lo critica pues la mitad de sus goles entran con mucha suerte. Cierto, pero para meter esos goles tiene que saber dónde colocarse, tiene que estar en el lugar indicado y en el momento indicado es decir, tiene que saber el idioma del futbol (y eso que ni su alemán, ni su inglés son sus fuertes).
Ahora los rumores son que el Chelsea lo pretende. ¿Es recomendable? Quizá no, pues ha hecho excelente química con las ‘aspirinas’, pero dejemos que escriba una historia sin libreto, dejemos que aproveche esa oportunidad de jugar en el máximo nivel.
O como mejor lo resumiría el cantautor español Joan Manuel Serrat, “…caminante no hay camino, se hace camino al andar”.