CHICAGO –
Parece que los
no aprenden de sus errores, y si el viernes no supo amarrar la victoria en Denver, este sábado le volvió a pasar lo mismo en Minnesota para perder 112-105 ante los Timberwolves.
Ambos partidos los tuvo en la mano para ganarlos, pero el equipo se desinfló en los últimos instantes y cedió sendas derrotas que los hace despeñarse en la Conferencia Este hasta el punto de poner en peligro incluso la clasificación a los playoffs.
Los Bulls (27-23) suman marca de 2-4 en la gira de siete partidos que cierran este lunes visitando a los Charlotte Hornets. De los últimos 10 partidos sólo han ganado tres y han caído hasta la sexta posición del Este, con Indiana (27-24) y Detroit (27-25) pisándole los talones por detrás para completar ahora las plazas a los playoffs . El primer equipo fuera de zona playoffs son los Hornets (25-26), por lo que el duelo de este lunes es vital y dramático.
Las lesiones de Nikola Mirotic, Joakim Noah, Pau Gasol (el viernes) y Jimmy Butler (sábado) son razones de peso para explicar tantas derrotas. Pero no pueden ser excusas porque estos descalabros vienen repitiéndose desde principios de temporada. También habría que apuntar a la bisoñéz del técnico Fred Hoiberg, técnico novato al que parece que le viene grande entrenar en la NBA.
La manera de mover el banquillo, la falta de capacidad para motivar a sus jugadores y los pobres recursos de jugadas ensayadas que muestra el equipo son todavía asignaturas pendientes de Hoiberg.
La baja de Butler también es clave porque es el motor del equipo. Sufrió un tirón en la rodilla izquierda el viernes contra Denver y no jugó ante Minnesota. No hay fecha para su regreso, pero los Bulls respiraron aliviados el sábado, cuando una resonancia magnética reveló que sólo sufre un tirón en la rodilla izquierda y no hay daño en los ligamentos.
La buena noticia fue el regreso el sábado del alero Mike Dunleavy, quien debutó esta temporada jugando 14 minutos y anotando 5 minutos.
“He tardado pero estoy contento de regresar”, dijo Dunleavy. “Honestamente me siento como que no he jugado en ocho meses, pero en la segunda mitad me sentí mejor de ritmo”.
