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Valon Behrami, de la selección de Suiza, recoge un balón que se reventó en pleno partido de la Eurocopa ante Francia, el domingo 9 de junio de 2016 (AP Foto/Martin Meissner)
Martin Meissner / AP
Valon Behrami, de la selección de Suiza, recoge un balón que se reventó en pleno partido de la Eurocopa ante Francia, el domingo 9 de junio de 2016 (AP Foto/Martin Meissner)
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PARIS (AP) – Tras consumar la primera clasificación de Suiza a la segunda fase de una Eurocopa, el arquero Yann Sommer trató de darle explicación a por qué tantas camisetas rojas del equipo se desgarraron en el empate sin goles con Francia.

No fue por mala calidad en el material o confección.

“Significa que hay mucha fricción en la cancha”, dijo Sommer. “Para este plantel y el país entero es trascendental estar en los octavos de final”.

El atacante Xherdan Shaqiri bromeó sobre las por lo menos cuatro camisetas rotas de Puma, la marca de la selección.

“Espero que Puma no fabrique condones”, indicó Shaqiri.

El 0-0 en Lille fue negocio redondo para franceses y suizos al ubicarse en ese orden al frente del Grupo A.

Primero en la llave con siete puntos, el país anfitrión tendrá toda una semana a fin de prepararse para su siguiente partido, que será contra uno de los cuatro mejores terceros. Suiza jugará el sábado entrante contra el segundo del Grupo C, que hoy por hoy sería Polonia.

Cortesía del gol de Armando Sadiku, Albania se ubicó tercera en el grupo tras vencer 1-0 a Rumania, y quedó a la espera de que los resultados en los siguientes tres días le beneficien para permanecer en Francia.

Al embolsarse tres puntos en la primera fase, la pequeña nación balcánica se aferra a la posibilidad de colarse entre los cuatro mejores terceros. Pase lo que pase, Albania no pasó humillaciones en su primer torneo internacional.

“Si podemos continuar en el torneo, estoy seguro que vamos a complicar a los otros equipos, a los favoritos, porque esta noche hemos crecido en confianza”, dijo Giovanni De Biasi, el técnico italiano de Albania.

Hace dos años en el Mundial de Brasil, Francia le pasó por encima a los suizos endosándoles un 5-2.

La historia fue distinta en la Euro 2016, un duelo más parejo en el que local estuvo más cerca del gol con los remates de Paul Pogba y Dimitri Payet, escupidos por el travesaño.

Los grandes perdedores en ese partido fueron Puma y Adidas.

Granit Xhaka, Admir Mehmedi y Breel Embolo fueron los suizos que debieron cambiar de camisetas Puma tras forcejos con rivales franceses. La del volante Xhaka se desgarró en ambas mitades.

“Es la única manera de frenar a un jugador suizo”, ironizó Xhaka.

El volante Behrami relató que le mencionaron al árbitro esloveno Damir Skomina sobre los problemas. “Pero nos dijo: ‘la culpa la tienen ustedes con sus camisetas”’.

Más inusitada fue la secuencia al inicio del segundo tiempo en el que el balón oficial “Beau Jeu” de Adidas se reventó en un lance entre Behrami y el delantero francés Antoine Griezmann. Para el asombro de los presentes, Behrami recogió el cuero para entregárselo al árbitro.

Francia pone oficio, pero sigue sin convencer o cuajar una propuesta coherente en su ataque. La intensidad de Les Bleus chocó contra tres rivales ordenados y con defensas bien apertrechadas.

Para el técnico Didier Deschamps, la buena noticia es que su centrocampista Pogba dejó buenas sensaciones al volver a la titularidad.

“Paul fue el motor en el primer tiempo”, dijo Deschamps. “Fue el alma y corazón del equipo. Se proyectó menos en el segundo tiempo, pero tiene mucha calidad. Y vamos a necesitar al mejor Paul”.