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Joe Frazier (izq.) en su pelea contra Muhammad Ali en Manila, Filipinas, el 1 de octubre de 1975. AP
Seth Wenig / AP
Joe Frazier (izq.) en su pelea contra Muhammad Ali en Manila, Filipinas, el 1 de octubre de 1975. AP
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MÉXICO –

El mes pasado a todos nos conmovió la noticia del fallecimiento de

Muhammad Ali

. Un boxeador que nos deleitó arriba del cuadrilátero por su agilidad para mover sus piernas con velocidad y conectar golpes con fuerza y exactitud.

Debajo del ring, fue un revolucionario que constantemente luchó por los derechos civiles y que siempre fue fiel a sus principios. También fue un filántropo que ayudó a muchas causas sin pedir nada a cambio. Todo lo que usted escuchó de Ali es cierto. Ahora, si usted me lo permite, déjeme levantar la mano y escribir unas líneas de su relación con Joe Frazier.

‘Smoking’ Joe fue el séptimo de una docena de hermanos que creció en el sur de Estados Unidos cuando la discriminación racial aun florecía. Su padre perdió su mano izquierda en un accidente laboral y Joe dejó la escuela para poder ayudarlo, pues “quería ser su mano izquierda” comentó en alguna ocasión.

Frazier siempre defendió a Ali. Cuando lo suspendieron por no enlistarse en el ejército le prestó dinero, testificó ante el congreso y le pidió al mismo presidente Nixon que le dieran a Ali permiso para pelear. Pero previo a las peleas contra Frazier, Ali las promovía de una manera muy particular llamándolo “gorila” e inclusive cargaba con un gorila de peluche al que golpeaba cuando la prensa lo entrevistaba.

Calificaba a Joe como una “creación del aparato publicitario blanco” y decía que era feo, muy feo. Cierto, todo esto se vale cuando uno promueve una pelea pero cuando la gente se lo cree y sus hijos son insultados en la escuela esto deja de ser cosa de broma.

Joe llenaba de golpes al contrincante y después lo castigaba con un letal gancho al hígado: la marca de la casa.

Con este gancho derribó a decenas de malolientes, y de hecho 27 de sus 32 victorias fueron por la vía del knock-out. Ali también fue víctima de estos puños y en 1971 en Nueva York lo mandó a la lona en el decimoquinto episodio.

La revancha vino en 1975, en Manila, Ali ganó aquella pelea del siglo cuando Joe no salió al decimoquinto episodio. Pero hay quien especula que Ali tampoco hubiera salido y el mismo reconoció que “nunca me había sentido tan cerca de la muerte como aquella noche”.

Bien es sabido que Ali es ‘The Greatest’, pero hay quien se atreve a decir que Frazier fue mejor arriba, y abajo del ring.

Ali decía que Joe era un “gorila”, y de “estúpido” nunca lo bajó, pero cuando Joe asistió a la presentación de la autobiografía de Ali y se vieron cara a cara, Joe le dijo dos palabras: “Hiya champ!”. Ali finalmente públicó en el 2001 en el NY Times un artículo disculpándose con Joe, pero Joe consideró que realmente nunca se ha disculpado con él cara a cara. Cuando Ali escuchó eso dijo que “si ves a Frazier, dile que sigue siendo un gorila”.

Modesto, trabajador, exitoso y talentoso, ‘smoking’ Joe falleció en 2011.