LYON, Francia (AP) – Antoine Griezmann nuevamente rescató a Francia de otra actuación intermitente en la Eurocopa.
Los dos goles del diminuto delantero en un lapso de tres minutos al inicio del segundo tiempo levantaron a la selecciona anfitriona para vencer el domingo 2-1 a una abnegada Irlanda y avanzar a los cuartos de final.
“Fue sensacional haber anotado frente a mi familia, que vino a verme”, dijo Griezmann, quien creció en Macon, localidad situada a unos 60 kilómetro (37 millas) de Lyon. “Me siento que soy de Lyon”.
Un penal ejecutado por el volante Robbie Brady puso en ventaja a Irlanda cuando apenas habían transcurrido dos minutos. El tanto silenció al Stade de Lyon, y los nervios se apoderaron del equipo local.
Con el partido cuesta arriba, Francia luchó denodadamente y desperdició numerosas ocasiones.
Pero otro cabezazo de Griezmann salió al auxilio. Luego de anotar con un cabezazo a los 90 minutos ante Albania, el ariete del Atlético de Madrid niveló el marcador a los 58 minutos, al elevarse en el punto de penal para peinar al fondo de la red el centro servido por el lateral derecho Bacary Sagna.
Tres minutos después, Griezmann completó la reacción de Les Bleus al recibir un balón que su compañero de ataque Olivier Giroud peinó dentro del área. Griezmann derrochó una pasmosa calma para controlar el balón con un toque y definir pegado al poste derecho. Fue su tercer gol del torneo y su décimo con la selección.
Las esperanzas de Irlanda de remontar se complicaron cuando su central Shane Duffy fue expulsado con roja directa a los 66, al derribar a Griezmann cuando se enfilaba hacia el arco por una tripleta, tras otro gran pase de Giroud.
Griezmann se perdió el tercero en los descuentos tras una notable intervención del arquero irlandés Darren Randolph.
Los goles en la Euro 2016 le han devuelto la sonrisa a Griezmann, quien falló un penal con el Atlético en la final de la Liga de Campeones que perdieron el mes pasado ante Real Madrid.
Pero Griezmann le restó importancia a los elogios y repartió crédito a sus compañeros: “No soy salvador nadie. El equipo fue el salvador, con el centro de Bacary, Olivier con su pase”.
Francia se las verá con el ganador del cruce entre Inglaterra e Islandia en los cuartos de final.
“No podemos relajarnos en nuestros sofás mientras esperamos con quién nos tocará jugar”, dijo el técnico francés Didier Deschamps.
El público francés entonó “La Marsellesa” – el himno nacional – tras el partido. Pero no estuvieron tan eufóricos al inicio.
En la primera llegada de Irlanda, el central francés Adil Rami titubeó y se resbaló al tratar de despejar un centro desde la izquierda en dirección al delantero Daryl Murphy. Con el balón suelto creando zozobra, el volante francés Paul Pogba derribó al delantero Shane Long.
Brady, autor del gol postrero con el que Irlanda venció a Italia en el cierre de la fase de grupos, ejecutó el penal con un disparo que pegó en la base del poste derecho, para el segundo gol más rápido en la historia del torneo.
Mientras que Francia tuvo una semana completa de descanso, los irlandeses venían de jugar el miércoles en la noche.
Con el paso de los minutos en una tarde soleada, el desgaste físico afectó a Irlanda. Los locales fueron la otra cara de la moneda, con mayor vigor al encerrar a Irlanda en la última línea.
Luego que el equipo fue blanco de abucheos por algunos de los presentes al final del primer tiempo, el técnico movió fichas. Retiró al mediocentro N’Golo Kante e insertó a Kingsley Coman, un jugador con más proyección de ataque.
Era cuestión de tiempo para que los franceses rompiesen el cerrojo de Irlanda.
Todo fue fulminante a partir del cruce preciso de Sagna para el cabezazo de Griezmann, un gol que aplacó la ansiedad de los anfitriones.