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Los jugadores de la selección de Islandia festejan con sus seguidores tras eliminar a Inglaterra en los octavos de final de la Eurocopa, el lunes 27 de junio de 2016, en Niza, Francia (AP Foto/Claude Paris)
Claude Paris / AP
Los jugadores de la selección de Islandia festejan con sus seguidores tras eliminar a Inglaterra en los octavos de final de la Eurocopa, el lunes 27 de junio de 2016, en Niza, Francia (AP Foto/Claude Paris)
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NIZA, Francia (AP) – La semana pasada, Gran Bretaña votó para abandonar la Unión Europea. El lunes, Inglaterra se marchó de la Eurocopa de una forma igualmente sorpresiva, sufriendo su derrota más vergonzosa en una generación.

Islandia protagonizó el lunes el gran batacazo de la Eurocopa al vencer 2-1 a los ingleses en los octavos de final, y la nación más pequeña que compite en la historia del torneo añadió otra página memorable a su fantástica historia.

“Éste será probablemente un día del que hablaremos por el resto de nuestras vidas”, dijo Heimir Hallgrimsson, quien comparte el puesto de técnico de Islandia y se gana la vida como cirujano dentista.

La derrota es la más humillante que sufre Inglaterra en décadas, al dejarse remontar tras el gol de penal que Wayne Rooney anotó a los cuatro minutos.

Ragnar Sigurdsson y Kolbeinn Sigthorsson capitalizaron los despistes defensivos ingleses para voltear el resultado. Apenas dos minutos después del tanto de Rooney, Sigurdsson niveló el marcador y Sigthorsson marcó el 2-1 a los 18.

Los islandeses preservaron la ventaja con un heroico despliegue en la segunda mitad, para consumar la victoria más memorable de su historia futbolística.

El país con un población de 330.000, en su primer gran torneo internacional, enfrentará ahora a la anfitriona Francia en el estadio nacional.

“Ellos pensaron que esto sería un paseo en el parque”, dijo Sigurdsson. “Nosotros teníamos fe en nuestras capacidades”.

Los ingleses, que no ganan un título internacional desde el Mundial de 1966, regresarán a casa con el rabo entre las piernas, tras sumar un nuevo fracaso, pese a que este equipo suscitó entusiasmo por reunir jóvenes figuras de prometedora proyección, como Harry Kane y Delle Alli.

David Cameron anunció su renuncia como primer ministro británico tras el resultado del referéndum de la semana pasada que causó conmoción en el país, Europa y el mundo. El técnico Roy Hodgson hizo lo propio tras fracasar de nuevo en un gran certamen.

“Ha llegado el momento de que alguien más supervise el progreso de este grupo de jugadores jóvenes, ambiciosos y extremadamente talentosos”, anunció Hodgson. “Han sido fantásticos”.

Los fanáticos ingleses tienen seguramente una opinión distinta. Abuchearon a su selección al finalizar el primer tiempo y el partido.

Después del silbatazo final, los jugadores ingleses se echaron al césped, cubriéndose los rostros con sus manos.

Para un país futbolero como Inglaterra, sus resultados en las grandes citas son espantosos. Siguen sin salir triunfantes de un partido por la fase de eliminación directa fuera de casa en ocho intentos en una Eurocopa. Tampoco han ganado un partido más allá de la fase de grupos de un gran torneo desde 2006.

Esta nueva debacle probablemente quede como una de las más vergonzosas desde la derrota 1-0 ante Estados Unidos en el Mundial de 1950.

En contraste, los islandeses eran la imagen viva de la felicidad en la cancha. El capitán Aron Gunnarrsson, quien juega para el Cardiff en la segunda división inglesa, se arrancó la camiseta y corrió hacia el graderío, frente al cual asumió funciones de director de los cantos y bailes en que se unieron jugadores e hinchas.

En Reikiavik, la capital islandesa, unas 10.000 personas miraron el cotejo en una pantalla gigante. Hubo un espectáculo pirotécnico que puso en marcha los festejos.

La solvencia con la que Islandia gestionó la delantera fue sorprendente. Inglaterra terminó el encuentro con cuatro delanteros en la cancha pero jamás pudo amenazar la valla de Halldorsson.

Hodgson había manifestado esperanzas de seguir en la selección después de la Euro 2016. Tras este colapso y la eliminación de Inglaterra en la fase de grupos del Mundial de 2014, en el que no ganó un solo partido, el estratega se marcha por la puerta de atrás.