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La taekwondista mexicana María del Rosario Espinoza celebra con su medalla de plata en los Juegos de Río 2016. Getty
Jamie Squire / Getty Images
La taekwondista mexicana María del Rosario Espinoza celebra con su medalla de plata en los Juegos de Río 2016. Getty
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CIUDAD DE MÉXICO –

María del Rosario Espinoza es la mejor deportista que ha dado México en su historia, punto.

Es la que más medallas ha ganado a nivel olímpico (1 oro, 1 plata, 1 bronce), la que más tiempo se ha mantenido en la cima del deporte (la primera la ganó en Beijing 2008, la segunda en Londres 2012 y la tercera en Río en 2016) y junto con Lorena Ochoa la que más éxito ha tenido a nivel internacional.

Su dominio ha sido en el deporte de taekwondo, un deporte en donde México ha logrado tener una hegemonía a nivel mundial. Inclusive deportistas norteamericanos de padres mexicanos vienen a México a entrenarse, pues ahí es donde realmente pueden tener un buen nivel competitivo. Tal es el caso de Jackie Galloway, de madre mexicana y nacida en EEUU, estuvo en México de 2010 a 2012 y era reserva del equipo que fue a los Juegos de Londres. Para Río 2016 representó a EEUU e inclusive llegó a la semifinal en donde fue derrotada por (usted adivinó…) María del Rosario Espinoza.

“Tengo que aceptarlo, es de los triunfos que más me siento orgullosa”, me afirma la mexicana.

La semana pasada Mari fue nominada nuevamente para el Premio Nacional del Deporte (PMD) y tuve la oportunidad de conversar con ella, largo y tendido.

El PMD lo otorga el gobierno de México y la candidatura de Mari es tanto por sus logros, como por su trayectoria, misma que empezó desde los 13 años de edad y rindió frutos olímpicos por primera vez en Beijing 2008.

“Esa fue mi olimpiada favorita”, me comentó. “Todo estaba bien organizado, la gente se portó muy bien conmigo además de que me lleve la medalla de oro”.

‘Chayito’ nació en Sinaloa y cuando comenzó su carrera el mundo era distinto. No había tantos apoyos, ni tanta tecnología, no se sabía qué era lo óptimo para comer.

“Yo mido 1.73 cm pero ahora sabemos que yo pude haber medido unos centímetros más. Eso quizá me hubiera ayudado en Río”, asegura.

A saber, en Río ya se usaban petos electrónicos, por lo que unos centímetros más le hubieran ayudado a Mari a marcar más golpes, pero no necesariamente en Beijín, donde los golpes tenían que tener cierta fuerza, no nada más colocación.

Ahora es candidata a licenciatura por la UVM (Universidad del Valle de México) además de ser miembro de las Fuerzas Armadas de México (Cabo auxiliar) y tiene un proyecto formal de negocios, gimnasios de taekwondo.

Las Olimpiadas de Tokio 2020 están en la mira, pero no es lo mismo a los 20 años de edad que a los 30 (hoy tiene 28), cuesta más trabajo recuperarse de lesiones.

“Los entrenamientos tienen que tener más calidad, no necesariamente cantidad, y claro… uno se cansa. La vez pasada tuve que tomarme fotos con 300 niños que vinieron a visitarme, eso realmente fue cansado, pero la satisfacción que me dio fue invaluable”, afirma.

Los niños por su parte, se llevaran una foto que los inspirará por muchos, muchos años.