BUENOS AIRES (AP) – River Plate se jugará su última carta para clasificarse a la próxima Copa Libertadores, al enfrentar este jueves a Rosario Central por la final de la Copa Argentina, un trofeo que también puede servirle para cicatrizar la herida que le dejó la reciente derrota ante su clásico rival Boca Juniors.
“Perdimos el clásico en nuestra casa y por cómo se dio el partido, la bronca está. Pero por suerte tenemos mañana una revancha y en una final, lo que no es poco. Esperamos estar a la altura y ganarla”, dijo el atacante de River Lucas Alario el miércoles, de cara al duelo ante Central que se jugará en el estadio Mario Alberto Kempes de la provincia de Córdoba a partir de las 9.10 de la noche (0010 GMT).
River perdió 4-2 el domingo ante su rival acérrimo, que además quedó como único líder de la liga argentina. Cuatro días después del traspié, el equipo de Marcelo Gallardo jugará por primera vez la final del certamen anual similar la Copa del Rey en España, con la participación de 75 clubes de todas las categorías del fútbol argentino.
La Copa Argentina pone además en juego el último cupo disponible en el país para la próxima Libertadores, a la cual ya están clasificados Lanús, San Lorenzo, Estudiantes, Atlético Tucumán y Godoy Cruz.
Central, por su parte, confía que la tercera final a la que accede sea la vencida. En 2014 perdió por penales ante Huracán y un año después cayó ante Boca Juniors merced a un polémico arbitraje.
“Es el partido más importante de mi carrera como entrenador. Estamos enfocados en la Final, a 90 minutos de conseguir un título. La gente se lo merece, haremos todo lo posible”, apuntó el técnico Eduardo Coudet, quien evitó referirse a los rumores sobre una eventual renuncia si no gana el jueves.
En River, Gallardo estaría decidido a dejar en la banca al defensor ecuatoriano Arturo Mina por bajo rendimiento. En su lugar ingresaría el juvenil Martínez Quarta. El resto del equipo será el mismo que perdió ante Boca.
