NUEVA ORLEANS, Louisiana, EE.UU. (AP) – Un vehículo impacta a otro por detrás un sábado por la noche. Los conductores discuten. La discusión sube de intensidad.
Unos diez disparos después, uno de los conductores está muerto y el otro espera nerviosamente para dar su versión de los hechos a la policía.
Los conflictos que desencadenan ataques con armas de fuego son trágicamente comunes en Nueva Orleáns, pero este nada tuvo de rutinario: El hombre que murió era el jugador retirado Will Smith, una estrella de los Saints que ayudaron a levantar los ánimos de una ciudad devastada.
Aquel equipo de 2006 logró una temporada ganadora, tras el paso del huracán Katrina. Smith formó también parte del equipo que tres años después ganó el único Super Bowl de la franquicia.
Cardell Hayes, el acusado de 29 años, fue jugador de fútbol americano semiprofesional. Dueño de una compañía de grúas y padre de un niño de 5 años, Hayes es descrito por sus amigos como una persona de voz calmada y carácter tranquilo -lejos del tipo de persona que monta en cólera y provoca un letal incidente de tráfico.
Su abogado ha preparado el terreno para argumentar defensa propia, previo al juicio que inicia este lunes, pero su cliente podría enfrentar una carga adicional dada la popularidad de Smith en la ciudad y su renombre a nivel nacional.
“Will Smith obviamente era un querido miembro de la comunidad de Nueva Orleáns”, indicó Dane Ciolino, profesora de leyes de la Universidad Loyola, en una entrevista reciente. “Y eso hará que la defensa en este caso sea más difícil”.
La muerte a tiros de Smith es extrañamente similar a la de Joe McKnight, otro ex jugador de NFL que fue baleado a muerte apenas el pasado jueves en un suburbio de Nueva Orleáns, tras una discusión que se salió de control a raíz de un accidente de tráfico en un puente cercano.
Hayes se declaró inocente del cargo de asesinato en segundo grado por la muerte de Smith. De ser hallado culpable enfrentará una sentencia obligatoria de cadena perpetua. También es acusado de intento de asesinato en segundo grado por herir de bala a la esposa de Smith, quien recibió tiros en las piernas.
El acusado se encuentra detenido desde el incidente de abril, al no poder pagar la fianza de 1,75 millones de dólares.
Y hubo un en extraño giro en el caso: Uno de los amigos de Smith que apareció en el lugar la noche del tiroteo es William Ceravolo, un policía jubilado de Nueva Orleáns que había cenado con la pareja antes del incidente. Ceravolo fue uno de seis policías demandados por Hayes por matar a su padre, Anthony Hayes, en diciembre de 2005.
El Departamento de Policía llegó a un acuerdo por la demanda legal en 2011, cuyos términos fueron confidenciales.
