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Gary Sánchez posó para selfies y firmó autógrafos tras preparar un par de emparedados en una bodega del Bronx. Gleyber Torres bailó con ancianos en un centro de asistencia en Manhattan. Otros prospectos acudieron a un debate abierto en un restaurante de Times Square.

En enero, los Yanquis de Nueva York hicieron algo poco frecuente: promocionarse.

Algo necesario para presentar a un grupo de jugadores que representan su futuro y también para generar entusiasmo por el producto, luego de un declive en la concurrencia en el Yankee Stadium.

Los Yanquis son un equipo en transición, uno que no renuncia a participar en la postemporada, pero que al mismo tiempo piensa en su futuro.

Cuando abran la campaña regular en Tampa Bay, la alineación del manager Joe Girardi incluirá a tres piezas que forman parte de ese porvenir. Se trata del receptor Sánchez, el primera base Greg Bird y el jardinero derecho Aaron Judge.

Pero el verdadero potencial no se alcanzará hasta que debuten otros prospectos, como es el caso del campocorto Torres, el jardinero Clint Frazier y los pitchers James Kaprielian y Justus Sheffield.

“Hace tiempo que no teníamos tanto joven, probablemente desde quizás 1996”, comentó Girardi. “Pero ese fue un grupo de jugadores jóvenes que tuvo mucho éxito”.

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1996-2017

Aquel equipo de 1996 tenía a Derek Jeter haciendo su debut a los 22 años; Andy Pettite se acreditó 21 victorias a los 24 años; y Mariano Rivera se empezaba a destacar como preparador de mesa con 26 años. Nueva York se adjudicó esa temporada el primero de cuatro campeonatos de la Serie Mundial que iba a ganar en un periodo de cinco años.

Pero esos Yanquis ya cargaban con la experiencia de los playoffs el año previo. El actual grupo llega antecedido por un cuarto puesto en la división Este, aunque pudieron sumar 84 victorias para mantener intacta su racha de temporadas con balance positivo y que se remonta a 1993.

A sus 20 años, Torres está encumbrado entre los mejores prospectos del béisbol. También se sabe bien la historia.

“Quieren volver a ser el equipo que eran antes, cuando tenían a Jeter, a Rivera”, señaló el venezolano.

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NO ES UNA RECONSTRUCCIÓN TOTAL

Hay que tener cuidado en señalarles como un equipo inmerso en una renovación abarcadora. Después de todo, invirtieron 86 millones de dólares para traer de vuelta al cerrador Aroldis Chapman con un contrato de cinco años. El cubano fue traspasado en la fecha límite a los Cachorros de Chicago, obteniendo a Torres.

El tridente de relevistas conformado por Chapman, Andrew Miller y Dellin Betances fue el fuerte del equipo durante la mayor parte de 2016. Sin Miller, confían seguir seguros con su bullpen mediante la dupla Chapman-Betances.

También añadieron a los agentes libres Matt Holliday y Chris Carter, ambos bateadores derechos.

Nueva York nunca tira la toalla, y menos cuando Girardi y el gerente general Cashman entran al último año de sus contratos.

“Es algo audaz, pero creo que lo estamos haciendo de forma correcta”, indicó Cashman.

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