CHICAGO-
Vaya final de la
. Contra todo pronóstico de los adversarios al producto nacional azteca,
dio cátedra de fútbol a la millonaria inversión de Tigres y de paso, por segunda vez en pocos días, propinaron una cachetada con guante blanco, una combinación de jab y gancho al hígado, un ponche con con dos outs y bases llenas, y les encestaron con el reloj en ceros al flamante cónclave de la Federación Mexicana de Fútbol y su nefasta regla 10-8, luego de que Lobos BUAP hiciera lo propio, ascendiendo al máximo circuito con Ricardo Alves Pereira como único extranjero en sus filas.
No se trata de un discurso nacionalista ni un sentimiento patriotero. Simplemente quedó demostrada la calidad del futbolista mexicano, avalada por el convencimiento de su DT, el argentino Matías Almeyda y el total apoyo de Jorge Vergara, propietario del Club Guadalajara. Entrarle al juego de palabras y querer desdeñar el aporte de los jugadores extranjeros esta fuera de lugar. También debe quedar claro, todos los equipos de la Liga MX son ‘mexicanísimos’, pero el hecho que por tradición Chivas juegue solo con jugadores mexicanos o hijos de padres mexicanos los pone en una vitrina diferente.
Ciertamente el Rebaño Sagrado no es un equipo pobre y seguramente luego de conseguir el título Vergara y Almeyda buscarán más campeonatos moviendo las piezas que deban, como ya sucedió con Carlos Peña, que a pesar de la gran inversión, el bombo y platillo, salió por la puerta de atrás y ahora en Verde Valle nadie lo recuerda. Aunque ahora el plantel parece completo, el afán por colocar en las vitrinas el trofeo número 13 antes de los archirrivales del Nido de Coapa debe ocupar sobremanera al club rojiblanco.
Resaltar el hecho de lo conseguido por Chivas con puros jugadores mexicanos sobre el equipo mejor armado del continente debe llenar de orgullo a muchos, más allá del fiel Chivahermano. Los jugadores del Guadalajara demostraron esta temporada haber asimilado por completo el sistema de juego del ‘Pelado’ Almeyda, poseen el juego más alegre de toda la liga mexicana, despliegan un fútbol de vértigo y así lo demostraron en esta final.
Dominaron ampliamente al rival mega favorito, los hicieron ver mal teniéndolos abajo en ambos partidos, y en la vuelta del domingo cualquier amante a este deporte debió emocionarse con el tremendo baile que impusieron en varios lapsos del juego a los desgarrados felinos del norte.
Tremendo golpe de autoridad a los máximos dirigentes del fúbol mexicano, precisamente en la temporada donde más jugadores extranjeros militan en la liga y hasta donde el mejor jugador foráneo de la actualidad, Monsier Gignac volvió a mostrar su lado oscuro, jugando frustrado, insultando en cada oportunidad al silbante, negándose a participar en el protocolo de premiación y agrediendo a un reportero al abandonar el campo de juego.
Le viene perfecto el triunfo del Guadalajara al fútbol mexicano, más allá de la rabia de los archirrivales. Ganó Chivas, perdió la 10-8 y de paso Tigres.
