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El precandidato presidencial republicano Donald Trump, se reunió con seguidores en Michigan. AP
Carlos Osorio / AP
El precandidato presidencial republicano Donald Trump, se reunió con seguidores en Michigan. AP
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WASHINGTON- El precandidato presidencial republicano Donald Trump presentó un duro plan migratorio tras advertir que, de ser electo para ocupar la Casa Blanca en las elecciones de 2016, deportará a todos los inmigrantes indocumentados de EEUU.

En un documento de seis páginas titulado “Reforma migratoria que hará grande a América de nuevo”, Trump, que ha revolucionado contra todo pronóstico la campaña electoral con su estilo provocativo, subraya que “una nación sin fronteras, no es una nación”.

A partir de esa premisa, el magnate inmobiliario, famoso también por presentar el programa televisivo “The Apprentice”, defiende la construcción de un muro en la frontera sur con México para bloquear el flujo de inmigración clandestina.

“México debe pagar el muro”, precisó Trump, al alegar que “los líderes de México se han aprovechado de EEUU al usar la inmigración ilegal para exportar el crimen y la pobreza de su propio país (al igual que en otros países latinoamericanos)”, hecho que ha supuesto un coste “extraordinario” para el contribuyente estadounidense.

Hasta que México se haga cargo del gasto, el gobierno presidido por el millonario “confiscará todos los pagos de remesas derivadas de sueldos ilegales” y, entre otras medidas, “incrementará los precios de todos los visados temporales de primeros ejecutivos y diplomáticos mexicanos (y, si fuera necesario, los cancelará)”.

Deportaría a hijos de migrantes

Asimismo, el candidato republicano contempla “acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento”, estipulado en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución, que “continúa siendo el mayor imán para la inmigración ilegal”, indicó. Y, si fuese presidente, rescindiría las órdenes ejecutivas del gobierno de Barack Obama sobre inmigración y deportación.

Trump dijo que buscaría poner fin al derecho constitucional de ciudadanía para los hijos nacidos en Estados Unidos de inmigrantes que radican en el país sin autorización legal.

“Tienen que irse”, dijo Trump, y añadió: “Lo que ellos están haciendo es teniendo bebés. Y de repente, nadie sabe… el bebé está aquí”.

Los niños nacidos en Estados Unidos -incluso de inmigrantes ilegalmente en el país- han sido considerados ciudadanos automáticamente desde la adopción de la 14ta enmienda de la Constitución en 1868.

Las probabilidades de anular esa cláusula serían muy pocas, pues ello requiere dos tercios de los votos en ambas cámaras y el respaldo de tres cuartos de las legislaturas estatales de la nación. Congresistas republicanos han fracasado desde 2011 en esfuerzos para poner fin a la “ciudadanía por nacimiento”. Algunos conservadores dicen que la cláusula podría ser cambiada sin enmendar la Constitución.

“Ellos son ilegales”, dijo Trump sobre las familias que enfrentan deportación. “O tienes un país o no lo tienes”.

Dijo que las familias con niños nacidos en Estados Unidos podrían volver rápidamente al país si el gobierno los considera valiosos.

“Intentaremos regresarlos rápidamente, a los buenos”, dijo y agregó: “Expeditaremos su regreso, para que puedan volver. Los buenos pueden volver”.

Triplicaría el número de funcionarios de ICE

Trump también promete “triplicar” el número de funcionarios de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), que cuenta con unos 5,000 empleados, y endurecer las penas para los “millones de personas que vienen a EEUU con visados temporales, pero se niegan a marcharse”.

En su batalla contra la inmigración ilegal, el político quiere igualmente “terminar el abuso de las prestaciones sociales” y exigirá a los solicitantes de entrada en el país “certificar que pueden pagar su propio alojamiento, su propia atención sanitaria y otras necesidades antes de venir a Estados Unidos”.

Antes de divulgar su plan migratorio, Trump -de 69 años y dueño de una fortuna personal de $4,000 millones- advirtió de que, si las urnas le favorecen, deportará a todos los inmigrantes indocumentados del país.

El magnate dejó claro que rescindirá las órdenes ejecutivas del presidente estadounidense, el demócrata Barack Obama, que impiden expulsar tanto a los jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños (dreamers), como a los padres de ciudadanos estadounidenses o hijos con estatus legal.

“Mantendremos a las familias unidas, pero tienen que irse”, aseguró Trump en una entrevista con la cadena televisiva NBC grabada a bordo de su avión privado durante una visita este fin de semana a la Feria Estatal de Iowa, un multitudinario certamen en el que candidatos republicanos y demócratas han buscado apoyo electoral.

“Tenemos -zanjó- que crear nuevos estándares” para los inmigrantes que accedan a Estados Unidos, donde se calcula que viven más de once millones de indocumentados.

El millonario no ha dejado de generar polémica con sus comentarios sobre inmigración desde que, el pasado 16 de junio, anunció su candidatura a la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales del próximo año.

“Cuando México envía (a EE.UU.) a su gente, no envía a los mejores. Envía a la gente que tiene muchos problemas, que trae drogas, crimen, son violadores”, dijo entonces Trump.

Esa declaración desató un alud de críticas de activistas de la comunidad hispana (cuyo electorado es fundamental para ganar las elecciones); de famosos, como las actrices Roselyn Sánchez y America Ferrera; e incluso de políticos republicanos, como su rival en las primarias del partido Jeb Bush, casado con una mexicana.

Por si fuera poco, los controvertidos comentarios le han costado varios contratos al magnate, entre ellos con los canales de televisión Univisión, ESPN y NBC, la cadena de grandes almacenes Macy’s y el organizador de las carreras automovilísticas de Nascar.

El célebre cocinero español José Andrés, que emplea en sus restaurantes a un buen número de hispanos, también rompió lazos empresariales con el lenguaraz millonario.

Pese a atacar a los inmigrantes, hacer comentarios altisonantes y proferir insultos contra sus rivales, Trump lidera con holgura las encuestas de intención de voto sobre la candidatura presidencial republicana, por delante de los otros dieciséis aspirantes.

Su sorprendente popularidad es tal, que cuenta con cerca de cuatro millones de seguidores en la red social Twitter y sus mítines se llenan de admiradores y curiosos atraídos por su llamativo lema electoral: “Hagamos a América grande de nuevo”.