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MIAMI- La precandidata demócrata Hillary Clinton consideró hoy “antiinmigrante” la ley aprobada por la Legislatura de Carolina del Norte que elimina las ciudades santuarios e instó al gobernador, el republicano Pat McCrory, a vetarla.

“Este proyecto de ley antiinmigrante claramente demuestra la influencia de Donald Trump en el Partido Republicano”, expresó en un comunicado de prensa Lorella Praeli, directora de Asuntos Hispanos de la campaña de Clinton.

Parolli señaló que es “inaceptable” que la Legislatura de Carolina del Norte haya pasado medidas contra las ciudades santuario, las cuales han sido centro de críticas del precandidato republicano Donald Trump.

“Sus efectos negativos en la comunidad hispana serían innumerables; proyectos de ley como éste debilitan la confianza entre la comunidad hispana y las fuerzas policiacas”, agregó Praeli.

“El gobernador McCrory debe vetar este proyecto de ley”, manifestó la campaña de Clinton.

Sin embargo, se prevé que McCrory convierta en ley la HB 318, dados sus previos pronunciamientos contra las ciudades santuario y sus acciones contra los indocumentados.

“No podemos permitir ningún santuario para traficantes de drogas, traficantes de seres humanos y criminales violentos en nuestro estado”, señaló McCrory el pasado julio.

Trump, quien prometió deportar a “todos” los indocumentados -unos 11 millones-, se refirió en junio pasado a los inmigrantes de origen mexicano como “criminales” y violadores” durante la presentación de su candidatura.

El gobernador además adhirió a Carolina del Norte a la demanda de una coalición de 26 estados contra el presidente Barack Obama por emitir medidas migratorias que habría dado presencia legal temporal en el país a unos cinco millones de inmigrantes indocumentados.

Praeli recordó que Clinton prometió “proteger y ampliar las órdenes ejecutivas del presidente Obama” y luchar por una reforma migratoria integral que incluya un camino a la ciudadanía.

La Cámara de Representantes de Carolina del Norte definió la semana pasada la suerte de la polémica legislación con 70 votos republicanos a favor y 43 demócratas en contra.