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CHICAGO – Cuando finalmente llegó el día, César Vargas lloró. Su madre lloró. Sus profesores de derecho lloraron, describió Liz Robbins para The New York Times.

A principios de este año y después de una pelea de cuatro años en los tribunales, Vargas, inmigrante mexicano e indocumentado, de 32 años, fue juramentado junto con otros 67 como los nuevos miembros del New York State Bar y se convirtió en el primer abogado abiertamente indocumentado de Nueva York , según contó.

“El niño que al que tomé de la mano para cruzar la frontera ahora es abogado”, comentó Teresa Galindo, de 72 años, madre de Vargas.

Un panel de cinco jueces no encontró “base racional” para prohibir a Vargas ejercer la carrera de leyes basándose únicamente en su estatus migratorio, desafiando una norma federal que prohíbe a los estados otorgar licencias profesionales a “extranjeros” a menos que hagan excepciones legislativas específicas.

“Lo veo como una victoria personal para César Vargas, y para los inmigrantes en todas partes, particularmente para los Dreamers, para aquellos cuyo estatus legal no fue una decisión propia y para quienes buscan la plena inclusión y consideran su único hogar, este país”, mencionó Michelle J Anderson, decana de la Facultad de Derecho de University of New York School of Law, quien atestiguó la ceremonia, reportó The New York Times.

Vargas es el segundo hijo más chico de ocho hermanos. Él cruzó la frontera entre Tijuana y San Diego en la edad de 5 años y desde entonces ha vivido en Brooklyn con su familia.

Aprobó el examen como abogado del Estado de Nueva York en 2011 en su primer intento, y luego solicitó su admisión en la barra de abogados en 2012, pero fue rechazado por el Committee on Character and Fitness debido a su estatus migratorio.

http://www.vivelohoy.com/chicago/8753663/dreamers-temen-perder-el-sueno-daca

Su solicitud fue luego remitida a la División de Apelaciones de la Corte Suprema del Estado, agregó el diario.

“Debo admitir que hubo momentos en los que me sentí derrotado. Hubo momentos en los que pensé que no iba a ejercer como abogado “, dijo Vargas.

Pero en 2013 obtuvo protección temporal contra la deportación gracias a la orden ejecutiva de Acción Diferida para Infantes (DACA) del presidente Barack Obama.

Entonces, el joven abogado trabajó como estratega latino para la campaña presidencial del senador de Vermont, Bernie Sanders, y ahora planea practicar leyes oficialmente.

Sin embargo, ahora, bajo una administración del presidente electo Donald Trump, Vargas admitió que teme ser deportado.

“Conozco muy bien las consecuencias, la fuerza de una deportación, sé muy bien que DACA podría ser eliminada y que sus políticas de inmigración (de Trump) podrían separar a mi familia”, dijo. “Podría perder mi licencia de conducer y mi licencia como abogado”.

A pesar del temor, Vargas dijo que está comprometió a seguir trabajando por los derechos de los inmigrantes y a proteger a su pueblo.

“La valentía de mi madre al arriesgarlo todo para darme una vida mejor ha demostrado que no podemos dejar que el miedo dicte los próximos cuatro años”, mencionó. “Como abogado estaré aquí para representarlos en los retos legales que tenemos por delante. Como activista, estaré listo para enfrentar la presidencia de Trump en la arena política para asegurarle una presidencia de un solo término si se empeña en apuntar contra las comunidades inmigrantes y latinas”.

Recientemente escribió una pieza para The New York Times en la que explicaba cómo “las Ciudades Santuario tienen el derecho legal de desafiar al gobierno federal”.

Incluso si fuera deportado, Vargas dice que volvería.

“Ni siquiera el gobierno federal me separará de mi familia y de mi hogar”, aseguró.

Durante su campaña, Trump prometió que eliminaría el programa que actualmente aprovechan casi 800.000 jóvenes que fueron traídos al país ilegalmente por sus padres cuando eran niños.

Muzaffar Chishti, director del Migration Policy Institute en Nueva York, opinó que Trump podría mantener DACA o eliminarlo el primer día en la Casa Blanca o dejar que los permisos de trabajo expiren y no permitir su renovación.