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Por María León

ARIZONA – Madres mexicanas y estadounidenses se congregaron a ambos lados de la franja fronteriza en Nogales, que separa Arizona, EEUU y Sonora, México, para compartir sus historias y experiencias y enviar un mensaje de unidad y solidaridad frente a las políticas migratorias que separan familias.

“El muro fronterizo no solo separa a nuestros países, sino también a nuestras comunidades y a nuestras familias”, manifestó Margarita Ramírez, una madre que hace dos años fuera deportada.

Ramírez reside ahora en Nogales, Sonora (México) y tiene que conformarse con ver a sus dos hijos mayores, que estudian secundaria, a través de los barrotes del muro fronterizo.

“Solo pueden venir a verme los fines de semana, la separación ha sido muy difícil para nosotros”, reclamó.

La mexicana formó parte de un grupo de madres que se reunieron del lado mexicano para participar en el evento “Madres a través de la frontera” organizado por el grupo Voces de la Frontera con sede en Tucson, Arizona.

A su llegada al muro fronterizo entre ambos Nogales, el grupo recibió arreglos florales de madres y residentes de Arizona que se movilizaron hasta el lugar para mostrar su solidaridad.

“Estamos aquí para demostrar unidad, somos una sola comunidad, lo triste es que estemos separados por un muro”, dijo Kathy Noaker, representante de Voces de la Frontera.

Durante su encuentro, separadas por el muro fronterizo, el grupo de madres y residentes de la frontera intercambiaron palabras de aliento y aseguraron que a pesar del muro ellas están unidas por un sentimiento de hermandad entre ambos países.

“La política migratoria impuesta por el presidente Donald Trump es injusta y no responde a las necesidades de las comunidades fronterizas”, indicó Elizabeth Smith, madre y abuela residente de Tucson, Arizona.

Detalló que para ella era importante participar en este evento y poder saludar y dar un presente a las madres mexicanas aunque solo las pudiera ver a través del muro fronterizo.

“La gran mayoría de los residentes de las comunidades fronterizas nos oponemos a la idea de construir un muro a lo largo de la frontera con México, será un gasto inútil que envía un mensaje equivocado a nuestros vecinos”, declaró.

Agregó que como madre entiende muy bien el sufrimiento que viven diariamente las mujeres inmigrantes que son separadas de sus hijos al ser deportadas.

“Estas familias inmigrantes son parte de nuestras comunidades, son nuestros amigos, van con nosotros a la iglesia, en vez de perseguirlos el Gobierno debería establecer un camino para que puedan regular su estatus migratorio”, enfatizó.

Ramírez, a su vez, aseguró que actualmente existe mucho temor en México ante las duras medidas migratorias establecidas por la Administración de Trump.

Indicó que muchos inmigrantes temen que si son arrestados tratando de reingresar a Estados Unidos de manera ilegal serán encarcelados, mientras otros temen perder la fuente económica que representa el dinero que sus familiares envían desde Estados Unidos.

“El muro fronterizo representa para muchos el dolor de la separación”, aseveró Ramírez.

De su parte, la mexicana Juanita González dijo estar muy agradecida con las madres que llegaron hasta la frontera para demostrar su solidaridad y dar mensajes de apoyo.

“Ambos Nogales han sido ciudades hermanas por muchos años y a pesar del muro fronterizo seguimos siendo una sola comunidad, lo que pasa de un lado afecta al otro”, aseguró.

La madre de cuatro hijos, tiene 15 años viviendo en la zona fronteriza y ha sido testigo de la paulatina militarización de la frontera.

“No importa que tan alto construyan el muro fronterizo, los inmigrantes siempre encontrarán la forma de cruzar”, confesó.

En todo su encuentro conversando o entonando canciones comunes, el grupo de madres estuvo bajo las miradas de agentes de la Patrulla Fronteriza. EFEUSA