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Agencia Reforma. Todas las cosas que le preocupaban o le interesaban antes de convertirse en madre del pequeño Andrea Nicolás, dieron un giro. Hoy, Paulina Rubio tiene nuevas prioridades y una perspectiva diferente de la vida.

Atrás quedó la chica fiestera y en su lugar hay una mamá enfocada en cuidar a su bebé, en amamantarlo, en divertirse sólo si él está presente.

“La maternidad me cambió en muchísimos sentidos. Lo que me preocupaba hace diez años, incluso hace uno, ya no es lo mismo. Ya no me interesa tanto la fiesta y la diversión como antes; si no es con mi baby, quizás no me divierta tanto”.

“Ahora me ocupo de su bienestar, de su salud, de alimentarlo, yo le doy (pecho), estoy tan al pendiente de él, que apenas hace dos semanas pude dormir un poco más de tiempo. Pero estar con el baby es la mejor fiesta de mi vida”, contó Pau en entrevista.

La cantante visitó México DF para promover una edición especial del tequila Agavia, en cuya presentación ella intervino como diseñadora.

Enfundada en un vestido de Alexander McQueen y zapatos Vero Cuoio negros, la ex Timbiriche emanaba alegría, frenesí, apasionamiento cada que mencionaba a su “baby”, pero sin decir jamás el nombre de su primogénito, Andrea Nicolás, de apenas seis meses.

Aunque viajó con el pequeño, la intérprete de “Ni Una Sola Palabra” lo dejó con su padre, Nicolás Vallejo-Nágera “Colate” en la suite de un hotel de Polanco.

“Lo llevo a todos lados, es un niño muy listo, muy despierto. Ya me agarra el celular, la Blackberry, y dice: ‘Aló, aló’. Estoy fascinada con él, la experiencia de ser madre me tiene enloquecida y he disfrutado cada momento, desde las desveladas hasta cambiarle pañales, todo. Es la mejor experiencia de mi vida”, apuntó la hija de Susana Dosamantes.

Y aunque su madre, compartió, la ha apoyado y guiado en todas las tareas y cuidados que exige un bebé, lo cierto es que ha tenido que contratar a una persona.

“Tengo alguien que me ayuda a prepararle las papillas, a organizar muchas cosas en casa, si no, me volvería loca. Ahora ha empezado a comer vegetales, alimentos verdes, como chícharo y chayote. Porque si come puro dulce, después se malacostumbra, y tiene que comer muy sano. Va a ser de buen comer”, detalló Pau.

Y si bien entiende que falta tiempo para ver a Andrea Nicolás jugar, la “Chica Dorada” comentó que ya quiere que llegue ese momento, pues por experiencia sabe que se trata de una de las mejores etapas de la vida.

En su caso, recordó, se la pasaba jugando en la azotea de su casa al avión o a las escondidillas con sus vecinos en Bosques de las Lomas.

Por ahora, la única sombra que por momentos se proyecta sobre su felicidad es la muerte de su padre, Enrique Rubio, ocurrida hace cuatro meses. No obstante, apuntó, ese evento también le ha ayudado a madurar.

“Estoy feliz de regresar a México a trabajar. He vivido en los últimos meses dos de los acontecimientos más importantes de mi vida: por un lado, el nacimiento del baby; por otro, la partida de mi papá.

“¿Qué puedo decir? Nada más que la vida me ha enseñado muchas cosas y la madurez llega en todos los sentidos, de todo aprendemos”.