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Muchos de sus seguidores se han quedado con el ojo cuadrado por la sensualidad de las imágenes que contiene el último video de su más reciente sencillo “A ti no te duele”. Ahí, Erika Vidrio muestra un poco más que de costumbre, pero es en el libro que lanzó recientemente donde realmente se desnuda por completo.

Se trata del primer trabajo literario de esta cantautora tapatía de 28 años de edad, una obra de 63 poemas que ella misma describe como “un grito a la libertad en cuestión de amor, pasión y deseo”.

Lo tituló “Córtame las Alas”, pues asegura que era algo que necesitaba a gritos ya que para sus amigos, ella es muy dramática y demasiado sensible.

Pero amor y sensibilidad no es lo único que ofrece en su poemario. El tema central, el que la animó a escribirlo, es su madre Hernestina Terriquez, con “H”, quien murió hace tres años a la edad de 47 luego de sufrir una metástasis fulminante iniciada por un maligno cáncer de seno.

“De hecho, yo no podía hablar de cáncer hasta que vencí el miedo y decidí poner mi granito de arena. Era un tema que evadía, no podía escuchar de cáncer porque me ponía mal, era una evasión de mi subconsciente”, explica Erika, ahora con mucha soltura. “Pero luego entendí que era cuestión de poner los pies en la tierra, de superar, de cerrar la herida y de ver que hay mucha necesidad para muchas mujeres que sufren con esta enfermedad”.

Erika nació y creció en un pequeño pueblo rural llamado Autlán de Navarro, ubicado a unas 3 horas (en auto) de Guadalajara. Se crió rodeada de burros y caballos y a los 15 años de edad se fue sola a la Ciudad de México, luego a Guadalajara, San Francisco y finalmente llegó a Los Ángeles, donde vive actualmente y cuya única familia es su caballo Valerio, un andaluz blanco de 4 años que mantiene en Sylmar.

Cuando se enteró de la enfermedad de su madre, no dudó en acompañarla. En aquella época aún trabajaba como locutora radial en una estación angelina y viajaba todos los fines de semana a México.

“Me iba todos los viernes en la noche y estaba con ella y mis hermanos. Gracias a mi trabajo, podíamos tener un carrito más o menos para trasladarla a gusto a la clínica porque después de la quimioterapia [los pacientes] están fastidiados, tristes. Al principio ella se reía con el tratamiento, hasta se burlaba, luego comenzó a decaer. Hubiera sido difícil no tener las facilidades para tenerla cómoda, algo que sufren muchas personas en mi pueblo”, comenta.

Fue su madre quien la animó a coquetear con la música. Con 8 años de edad ya escribía versos de amor y su mamá silbaba al compás, con lo que Erika le ponía música a sus letras.

“Le pedí una guitarra, pero en ese entonces, para una familia humilde como la mía, eso era un lujo. Podía tener tres escobas pero ¿una guitarra?. Un día, tras un evento por el Día de la Madre, ella me sorprendió con una guitarra sobre mi cama”, recuerda Erika. “El dinero lo sacó de unas tandas [sistema de ahorro comunitario en su pueblo]. Hasta recuerdo que vendimos pollos para grabar un disquito cuando era adolescente”, continúa. “Ella siempre me apoyó”.

Algo que no sucedió con su padre. “Mi papá al principio, como buen macho mexicano, no creía que la música fuera para una mujer. Me decía ‘Póngase a cocinar, ama de casa, esposa, mamá’. Yo le decía ‘No quiero hacer eso, mi proyecto de vida es la música’ y él respondía que me moriría de hambre, que eso no era para mí. Detesto el machismo, de hecho soy feminista, entonces le cambié un poco su mentalidad. Hoy piensa diferente, le demostré que sí podía y ahora estoy viviendo de lo que me gusta”.

Actualmente, Erika es una de las compositoras femeninas que más le han grabado en el género Regional Mexicano. Su talento ha hecho que artistas como El Chapo, Conjunto Primavera, Sergio Vega “El Shaka”, Horóscopos de Durango, Lupillo Rivera, Cardenales de Nuevo León, Germán Montero, Graciela Beltrán, Ángel Fresnillo, Liberación, Guio Cháidez y Jorge Luis Cabrera, El Poder del Norte, Lorenzo de Monteclaro y muchos más, graben sus composiciones.

Ya suma dos álbumes; el primero lo lanzó en junio de 2010 y se titula “Te va a seducir”. Su segundo disco, de 12 temas también compuestos por ella, se llama “Vida Prohibida” y saldrá a la venta la primera semana de agosto con su propio sello discográfico Vidrio Sound Factory. “Soy dueña de mis canciones porque ahora todo el mundo quiere hacer contratos y [los artistas] por hacerse famosos regalan el 70% de su trabajo y eso para mí es prostitución”, asegura Erika, quien además vive de actuar en Las Vegas y Los Ángeles. La más reciente fue en el House of Blues de Sunset Blvd.

En cuanto al libro, éste se vende en forma digital y su costo de 3 dólares es destinado integramente a la Fundación Mayte Prida, dedicada a educar sobre cáncer de seno.

“La idea es crear consciencia, hablar del cáncer de seno y tal vez en el futuro hacer conferencias, de hecho ya estamos hablando de eso. Después de tres años de no querer saber nada de eso ahora estoy decidida a enfocarme en ese tema y compartir”, señala.