El miedo te atrapará. Te paralizará, entrarás en un juego de histeria colectiva donde historia, actores y público se harán uno. Creerás ver y escuchar cosas -¿reales o imaginarias?- que te harán gritar.
Todo puede suceder el mundo mágico y misterioso del teatro. Más en la obra “La Dama de Negro”, que durante 18 años ha estado en cartelera en
México y se ha presentado en diferentes teatros de la República Mexicana.
En EEUU, se presentó en octubre pasado en McCallen, Texas. Y ahora llega a Chicago.
Basada en el libro de
, “La Dama de Negro” cuenta la historia de Arthur Kipps, un abogado que ha vivido aterrado a partir de una experiencia escalofriante que tuvo en su juventud, un encuentro con seres de otro mundo, maldiciones, sortilegios y hechos sin explicación lógica.
Los recuerdos lo atormentan y debe contarlos. Para ello Kipps busca a John Morris, un escéptico director de escena para que lo oriente a interpretar adecuadamente su texto.
“La Dama de Negro” como obra se estrenó en Londres, donde la vio el actor y director teatral mexicano Rafael Perrín, quien se interesó en presentar la historia en México y darle este toque mexicano. Como productores lo ayudaron en su iniciativa Carlos Bracho y Antonio Calvo.
En sus inicios, la obra fue protagonizada por el actor Germán Robles, conocido por su interpretación de el conde Duval en el filme de terror “El vampiro” (1957). Con el paso de los años han intercalado diferentes actores como Rafael Sánchez Navarro, Alejandro Tomassi, Rafael Perrín y ahora Odiseo Bichir.
Bichir, quien forma parte de una familia formada dentro de la disciplina actoral del teatro -y para el teatro- recuerda que en los inicios de la obra, nadie creía que tuviera éxito.
“En México hay un gran gusto por el teatro de terror, una larga tradición. Ninguna obra ha logrado lo que ésta. La historia comienza de una manera sencilla, con dos actores en escena. A diferencia de la versión original, tiene el ingrediente mexicano, una pasión muy particular porque los ingleses son un poco contenidos, muy discretos en su trabajo teatral. En ésta los personajes se mueven más, Perrín la convirtió en una obra de aventuras, no sólo es una historia de maldición, intriga o suspenso”, explicó Bichir a HOY.
El teatro, espectáculo sagrado
La disciplina actoral del teatro, el medio donde se realiza la actuación, el más antiguo, tiene sus orígenes en las ceremonias y ritos que se realizaban para asegurar una buena caza o temporada agrícola, con los elementos emergentes en las culturas relacionados con la música y la danza.
Entre el segundo y el primer milenio antes de Cristo, en el antiguo Egipto, ya se representaban dramas sobre la muerte y la vida, usando máscaras durante la dramatización.
En el caso de “La Dama de Negro” se crea, con efectos y sonidos, una atmósfera aterrorizante, desafiante, única.
“Se vive lo que se ha contado tantas veces en el teatro. En cada presentación convocas una especie de invocación de energías, movilizándolas. Las palabras surten efecto hipnótico, como sortilegios o hechizos que al ser pronunciados en cierto ritual sobre espacio, pueden invocar presencias. En el mundo de teatro, por las emociones reunidas de actores, público, tramoyistas, maquillistas, etc. las energías quedan en los escenarios, entretelones, butacas, en la taquilla. Las emociones se quedan como espectros. Es muy emocionante, dan cosquillas, te ríes de cómo se asustan los demás, de cómo caes juego de tu propia imaginación”, describe Bichir de sus propias experiencias.
De ahí que esta disciplina logre lo que no puede la televisión o el cine: tener el contacto humano de primera, entregar algo con honestidad, directo, frontal, que atrapa. Y para ello se requiere de la entrega total de actores y público.
“Es imposible hacer una función teatral si no participamos todos, tienes que prepararte para una ceremonia. El teatro es un rito, debes ir con la disposición de participar, escuchar y ver”, agrega el actor.
Con todo esto, ¿están dispuestos a dejarse seducir por ‘La Dama de Negro’? La invitación resulta irresistible.
La Dama de Negro
Cuándo: 23 de junio, dos funciones: 6 y 8:30 p.m.
Dónde: Congress Theater, 2135 N. Milwaukee Ave.
Admisión: $25-$50
Información: 312.675.8787
