CHICAGO
– Hace cuatro años, el blog sueco
Svarten Humata Hukhta Huvareshta
llevaba la cuenta de cientos de canciones creadas en honor a Barack Hussein Obama. En Kenia se compuso
benga
–canción rítmica impulsada por la guitarra; en la isla de Granada surgió el calipso “Barack the Magnificent”, que hablaba de la “visión resplandeciente” del cuadragésimo cuarto presidente del país; aquí, hip hop exaltando a Obama como un “Kennedy technicolor”.
En cuanto a canciones latinas, se dio una una gran variedad de composiciones en la muchos de los géneros latinos como el corrido, la cumbia, la salsa y el reggaetón. En algunas inclusive participaron varias superestrellas, como en el caso de una balada pop “Podemos con Obama”, parte de una campaña en la cual intervinieron artistas de la talla de Lila Downs, Alejandro Sanz y Paulina Rubio.
Sin embargo, algunas de las de mayor popularidad parecieron ser las más espontáneas, como el corrido interpretado por los miembros del Mariachi Aguilas de México, de aquí de Chicago (casi 1,500,000 visitas en en YouTube).Más todas parecían de alguna manera manifestar el gran sentido de esperanza de muchos latinos ante la posibilidad de que Obama asumiera el puesto de la presidencia.
A cuatro años de distancia, suenan más las que tratan temas de actualidad política. Pareciera haber cambiado el panorama musical de cara a la posible reelección de Obama, y no es tan fácil encontrar canciones espontáneas a favor del presidente.
Surgen frecuentemente, en contraste, muchas sobre la situación económica y política: La Excelencia de Nueva York le echa salsita con su canción que habla del fin del “American Sueño” y sigue muy presente un tema que se ha manejado por décadas en canciones latinas de todos nuestros países: la inmigración.
Entre estas últimas, “
” del conjunto bilingüe
, parte del son jarocho mexicano, agrupación fundada cuando se conocieron en 2006 varios jóvenes hijos de inmigrantes en clases de música y baile jarocho en el centro cultural del Eastside Cafe de Los Ángeles, California. Recientemente, lanzaron su segundo álbum “It’s Time”, en el que sobresale esta versión de “La Bamba”.
La canción original tiene una trayectoria musical especial en muchos aspectos. Por un lado, es el tema icónico del son jarocho, música que fuera denunciada ante la Santa Inquisición en el siglo XVIII por su meneo pélvico y además por incorporar “ademanes, manoseos y zarandeos, contrarios a toda honestidad”
.
Los elementos escandalosos del género se dieron en gran parte por sus elementos africanos característicos, al ser forjado en Veracruz en fusión además con ritmos indígenas y españoles. Ya siglos anteriores en el mismo estado, esclavos que huyeron habían logrado con éxito luchar contra los españoles colonizadores y formar pueblos independientes.
La versión de Las Cafeteras maneja versos rapeados que concuerdan con su campaña
iniciada a través de medios sociales por los miembros el grupo para animar a los latinos a que expresen sus sentimientos sobre lo que debería hacer el presidente, y manifiestan el punto de vista de estos jóvenes:
“¡
Yo no creo en fronteras,
yo cruzaré, yo cruzaré, yo cruzaré,
bamba, bamba!”
Casi 500 años después de su nacimiento, La Bamba podría inspirar reforma y una vez más, armar revolución.