Por Alberto Ramírez
MÉXICO-
Su corta pero exitosa trayectoria como realizador, su premiado trabajo como guionista y una carrera de actuación con muchos reconocimientos y también sonados fracasos derivan en la pregunta: ¿es Ben Affleck mejor detrás de cámara que frente a ésta?
“No. No creo que sea mejor director que actor o mejor actor que director. Ni tampoco mejor guionista que actor o mejor director que guionista o incluso mejor guionista que director”, dice Affleck contundente y con un poco de humor, en entrevista desde Los Ángeles.
“Sólo trato de hacer películas y estas cosas están mezcladas, no es fácil separar todas esas funciones, creo que son círculos superpuestos”.
(2007) fue su exitoso debut detrás de cámara, dirigiendo a su hermano Casey Affleck, Michelle Monaghan, Morgan Freeman y Amy Ryan, quien fue nominada al Oscar a Mejor Actriz de Reparto.
Con
(2010), Affleck se consolidó como director y, también, se aventuró a protagonizarla. Jeremy Renner estuvo nominado al Oscar a Mejor Actor de Reparto.
(2012), apunta para ser la cinta con la que el trabajo detrás de cámaras de Affleck sea reconocido en la próxima temporada de premios.
Como guionista, debutó con el pie derecho al ganar el Oscar a Mejor Guión Original junto a Matt Damon por
(1997). También coescribió los textos de”Gone, Baby Gone” y
.
Y como actor, pocos olvidarán algunos éxitos taquilleros que protagonizó como “Armageddon” (1998) y “Pearl Harbor” (2001), así como enormes fracasos como”Gigli” (2003) y
2004).
Pero para Affleck, quien este año cumplió 40 años, todas estas labores son parte de un mismo sistema.
“Es la forma en la que veo el proceso, así fui entrenado en la escuela de actuación, donde te involucras en todo, propones algo, lo escribes, luego actúas y diriges, así es que todo era un flujo continuo”, explica.
“Pero sé que muchos tienden a hacer observaciones desde el exterior y tienen la necesidad de hacer las cosas cuantificables para convertirlo en una especie de carrera de caballos”.
Argo fue proyectada en septiembre en el Festival Internacional de Cine de Toronto y fue alabada por los críticos y el público.
Incluso, afirmando que la cinta que más atención genera entre los asistentes de este festival es la gran triunfadora de los Oscares al año siguiente, el crítico Roger Ebert aseguró que Argo se llevará la estatuilla a Mejor Película.
Sin embargo, Affleck evade hablar del tema.
“Realmente lo que me preocupa es que se estrene la cinta; hasta que eso pase, no sentiré que es una película real”, asegura.
Pero, ¿de qué trata la cinta?
Basada en la vida real
“Argo” narra la increíble operación encubierta para rescatar a seis trabajadores de la Embajada de Estados Unidos en Irán durante la crisis de los rehenes en Teherán entre 1979 y 1981.
Los detalles de esta misión eran desconocidos hasta que Bill Clinton la desclasificó en 1997.
“Es importante decirlo: no es un documental, es una película ficticia basada en eventos reales”, afirma Affleck.
“Tienes que ser honesto con el núcleo de la historia. Si no, es una mierda y le estarías mintiendo al público. Todo es real menos lo que naturalmente entenderán que tengo que hacer para poder contar una historia interesante.
“El mundo no funciona en una estructura de tres actos, tienes que ‘masajear’ la trama un poco, lo cual hizo brillantemente (el guionista) Chris Terrio, quien trabajó en conjunto con Joshuah Bearman, el responsable de investigar toda la historia y escribir un artículo sobre esto para la revista Wired en el 2007”.
En 1979, la Embajada de Estados Unidos en Teherán fue tomada por fuerzas iraníes en represalia por el apoyo norteamericano al recién depuesto Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlevi.
Aunque 52 personas fueron tomadas como rehenes, seis trabajadores de la Embajada lograron escapar y encontraron asilo en la casa del Embajador de Canadá en la capital iraní, Ken Taylor (Victor Garber).
La cinta narra la misión con la que la CIA, en colaboración con el gobierno canadiense, intenta sacar a esas seis personas del país con la ayuda del agente especializado en “extracciones” Tony Mendez (Affleck).
A éste se le ocurre la “mejor peor idea”: ayudarse de su amigo John Chambers (John Goodman), un maquillista ganador de un Oscar Honorario por su trabajo en Planet of the Apes” (1968), para hacer pasar a los seis fugitivos como un equipo de filmación.
“Tony Mendez y John Chambers eran amigos de verdad, trabajaban juntos. Este último ayudaba con disfraces usados por la CIA”, expresa Affleck.
“Esto apunta a que existe un terreno común entre Hollywood y la CIA: ambos en el negocio de engañar a la gente. En Hollywood lo hacemos para divertir y entretener, y los de la CIA para cuestiones de espionaje o manipulación para evitar crisis”.
Aunque es un thriller dramático con mucha tensión, la película adquiere tintes de humor negro cuando la historia se transporta a Hollywood con la intención de crear una falsa película titulada “Argo” para llevar a cabo la misión.
Esta mezcla de géneros atemorizaba al director, pero afirma que fue el trabajo de Goodman y Alan Arkin, quien da vida al productor de la cinta falsa Lester Siegel, lo que hizo funcionar esta mezcla.
“Pensé que haría unas cosas como director para que funcionara, para entremezclar los tonos, pero me di cuenta que lo único que necesitas son buenos actores.
“Alan y John pueden decir las cosas más locas, pero como son tan reales y creíbles, lo hacen funcionar”.
Parte del éxito de la cinta es la visión como director de Affleck, la cual se basa en un principio de realismo.
“El acercamiento es similar a como lo hice en mis películas anteriores, que es con una estricta disciplina acerca del realismo, es decir, no permitir que haya algo, desde las actuaciones hasta la ambientación, que no se pueda justificar”, explica.
“Una vez que tienes interpretaciones que se sienten reales, un universo y un mundo que se siente real, todo comienza a alinearse, particularmente porque las actuaciones la hacen sentir legítima”.
Y ese realismo lo encontró en una fuente inesperada.
‘La mafia mexicana’
Affleck encontró inspiración en el cine de México y se ayudó de su director de fotografía, el mexicano Rodrigo Prieto.
“Rodrigo es un fotógrafo con un don, es amigable, de buena naturaleza, muy dulce, tiene una especie de entusiasmo infantil que se queda con él todo el tiempo, lo cual es bueno porque mucha gente se enoja y se queja después de 15 horas de trabajo”, reconoce Affleck.
“Es parte de la ‘mafia mexicana’, parte de estos hombres que realmente quiero y admiro”.
El actor y director se declara aficionado de las películas de Alejandro González Iñárritu por el tono que maneja en sus cintas.
“Son de mis películas favoritas, particularmente en términos de realismo, Alejandro González Iñárritu es un maestro de hacer que el cine se sienta verdadero”, declara.
“Quería ese mismo sentir en mi película, así es que me sentí contento de poder contar con Rodrigo”.
Además, previo a Argo, Affleck trabajó con Emmanuel Lubezki en “To the Wonder” (2012) de Terrence Malick, fotografiada por el mexicano.
“‘El Chivo’ es un fotógrafo increíble. Tanto a él como a Rodrigo les preguntaba de directores mexicanos y del cine de su país, cómo es, y ellos me daban un ‘vistazo infiltrado’ porque es algo que realmente respeto, admiro y quisiera emular”, acepta el actor y director.
“Acabo de ver una película llamada Miss Bala (2011), es una extraordinaria cinta mexicana, realmente no sé qué está pasando allá abajo (de Estados Unidos), pero están haciendo gran cine”.